Verducido pacta con Lérez y Barro el deslinde de los montes pero pleiteará con Cerponzóns

La asamblea de comuneros convoca elecciones y analiza el convenio del Pontillón

La comunidad de montes de Verducido analizó en su última asamblea la situación de los deslindes de sus montes con parroquias vecinas y se constató que existe acuerdo inicial con las de Portela y Perdecanai (Barro) y Lérez (Pontevedra), pero no con la también capitalina de Cerponzóns.
El desacuerdo en este último caso se resolverá en los juzgados, según se acordó en la asamblea, cuya acta dice que Cerponzóns "coge más superficie de la cantera" próxima el embalse del Pontillón, ubicado en Verducido, y el antiguo vertedero de basuras, localizado en Cerponzóns. El asunto ya ha sido puesto en manos de sus abogados.
La asamblea también decidió convocar elecciones a junta directiva para las próximas semanas y se abre el plazo de presentación de candidaturas, y también debatió el conflicto que mantiene la comunidad de montes con el Concello por la situación del parque forestal del Pontillón.
Recordaron que fue la comunidad la que hizo las últimas actuaciones en este recinto pese a ser un cometido asumido por el Concello y no se descarta llevar el asunto también al juzgado por la desidia municipal.
De hecho, Verducido está dispuesto a recuperar la superficie ocupada por el parque forestal de O Pontillón, 10 hectáreas, y asumir la gestión directa de estos terrenos, lo que supondría revocar el convenio firmado en su día con el Concello.
Denuncian que han pasado ocho años desde que la administración local asumió el compromiso de encargarse del parque forestal, el único que hay por el momento en el municipio, sin que cumple esa función.
El malestar de los comuneros se acrecienta con el paso del tiempo ya que en estos años han solicitado hasta en dos ocasiones una reunión con el alcalde para abordar el tema, sin obtener respuesta alguna. Aunque el proyecto inicial convencía a los propietarios de esta masa forestal, por la inversión que suponía y la plantación de hasta 1.300 unidades arbóreas de 23 especies diferentes, ocho años después el descontento es general.
Los comuneros entienden que están en su derecho de pedir la reversión de los terrenos. Han dado un ultimátum al Concello, solicitando de nuevo una reunión para abordar la situación. Sin embargo, están convencidos de que la mejor solución para la comunidad de montes será asumir de nuevo la gestión de los terreno.


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