Una celebración en clave merengue. As Capelas de Barro.

En la temporada en la que el Real Madrid acabó sexto en la Liga, fuera de las plazas que daban derecho a disputar competición europea, y eliminado prematuramente en Copa de Europa y Copa del Rey, un nutrido grupo de seguidores blancos fundaban la Peña Madridista Morrazo. Casi un centenar de personas se unían a este colectivo mientras el Real Madrid vivía una etapa convulsa con hasta tres entrenadores (Valdano, Del Bosque y Arsenio Iglesias) y la eclosión de un Raúl González que se convertía en el máximo realizador de los suyos mientras jugadores como Buyo, Míchel o Sanchís agotaban una etapa histórica.
Hoy, 23 años después, esos 91 socios fundadores se mantienen en la Peña Madridista Morrazo, integrada ahora por 140 personas, si bien hubo momentos en los que llegó a contar con 217. Y, como no podía ser menos, había que celebrarlo, como cada año, con una comida en la que reunir a socios, simpatizantes y a representantes de otros colectivos similares del sur de Galicia. Vigo y O Porriño faltaron, por lo que fueron quince las peñas presentes: Pontevedra, Xeve, Rey de Copas de A Illa de Arousa, Os Merengues de Salceda de Caselas, As Capelas de Barro, 1902 de Pontevedra, Estradense, Marín, Cuntis, Os de Cobres de Vilaboa, Maceda, Miguel Ángel de Ourense, Ziralla de Allariz, A Valenzá de Ourense y Cesantes. En total fueron 72 los comensales que acudieron a una cita en la que también estuvo el exfutbolista redondelano de la década de los 70 Benito Rubiñán en representación del club blanco.
Fue un acto de celebración, por lo que la derrota del sábado ante el Eibar apenas tuvo espacio, y sí fue protagonista, en cambio, la decimotercera Copa de Europa ganada por el Real Madrid. Así, la Peña Madridista hizo entrega de réplicas de la decimotercera a los representantes de todas las peñas asistentes una vez se degustaron los manjares preparados en un conocido restaurante de Bueu. El presidente del colectivo, José Lorenzo, estuvo acompañado en esta tarea por el anterior presidente, Francisco Martínez, y por Rubiñán, mientras cada trofeo era jaleado con aplausos y risas. Rubiñán, por su parte, hizo entrega a la peña de una camiseta de la presente temporada, además de diferentes artículos de merchandising entre los presentes.
La música se adueñó más tarde del lugar, para rematar una celebración en la que también se pidió paciencia con la actual marcha de la escuadra merengue. Y es que, como alguno apuntaba, "el año pasado estábamos fuera de todo y al final conseguimos ganar la Champions".



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