La construcción de una planta de biomasa en el polígono industrial de Barro-Meis empieza a cosechar rechazo. En la comunidad de montes de San Lourenzo (Meis) ya habían surgido recelos contra esta instalación, recelos que ayer se pusieron patentes en el transcurso de una asamblea. Del centenar de asistentes, setenta se posicionaron en contra frente a una veintena que lo hizo a favor. Las voces contrarias alegan que la planta generará gases contaminantes y así lo han puesto de manifiesto vía alegación al expediente que se expone al público en el Concello de Meis. El proyecto llegó a las dependencias municipales dentro del procedimiento administrativo que corresponde en estos casos. Al alcalde corresponderá en su día, si procede, dar la licencia de obra «sempre e cando cumpra con todos os requisitos legais», según explicó el regidor José Luis Pérez.
«O que queira a maioría»
El mandatario evita pronunciarse abiertamente sobre este tema: «Eu sempre vou defender o que queira a maioría», dijo, no sin matizar que «se a planta cumpre a lei teremos que autorizala, senón estaremos incurrindo en prevaricación». De momento, al expediente todavía le queda un largo recorrido en los distintos departamentos de la Xunta, pero en San Lourenzo han empezado ya a tomar posiciones.
Según explicaron los técnicos de la empresa en una charla informativa que ofrecieron días atrás a los vecinos de la parroquia, la planta de biomasa supondrá una inversión de unos 30 millones de euros y creará 16 empleos directos y otros 50 indirectos. «Non se trata dunha celulosas nin moito menos. En definitiva é unha gran caldeira que queima leña para xerar enerxía, sen máis problema», según explicó José Luis Pérez, que actuó de mediador en esta reunión con los comuneros.
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