El temporal deja una estela de señales, vallas y árboles caídos en la comarca

Una ráfaga rompe la vela y deja a la deriva una embarcación hasta la playa do Laño

Las vientos racheados registrados ayer en la comarca pontevedresa dejaron tras de sí una larga estela de pequeñas incidencias: ramas y árboles caídos, carteles y señales en riesgo de desprendimiento y vallas tiradas. Los bomberos, dotaciones de Protección Civil, servicios de Emergencias y brigadas de Vías y Obras de la Diputación se mantuvieron en alerta en una jornada en la que, de acuerdo con la información facilitada por Meteogalicia, se registraron en Pontevedra ráfagas cercanas a los 74 kilómetros por hora, tal como recogía la estación meteorológica de O Castrove (Poio) y en la comarca rachas de hasta 126,4 kilómetros, tal como quedó acreditado en la estación de Cuntis.

Poco antes del mediodía llegó hasta la playa do Laño, en el municipio de Poio, una pequeña embarcación a la deriva en la que iba su propietario, informaba la Policía Local.

La nave, de nombre "Topper", era en realidad poco más que una tabla de windsurf, con una vela incorporada cuyo sistema de sujeción se quebró debido al intenso viento el cual, con buena fortuna para el navegante, le arrastró hasta la playa sin mayores consecuencias.

Se da la circunstancia de que el hombre había salido a la mar precisamente para aprovechar las posibilidades de disfrute que le daba el viento.

Incidencias urbanas
En la ciudad el temporal obligó a los bomberos de Pontevedra a desplazarse hasta la avenida Eduardo Pondal para asegurar el gálibo que previene de la altura del puente próximo. No es la primera vez que alertados por la Policía Local tienen que asegurar esta señalización. Además también se desplazaron hasta el lugar de Casas Novas, en la parroquia de Mourente, para retirar la rama de un árbol que se había desplomado sobre una casa.

Por otra parte el fuerte viento tumbó las vallas de protección de las obras que se están realizando en el aparcamiento del centro Lidl de la avenida de Lugo, desplomándose un tramo sobre la acera aunque sin consecuencias.

Pontevedra, al igual que el conjunto de Galicia, afrontó su primer día de otoño con una jornada en la que cayeron las temperaturas, fuertes vientos y lluvias intermitentes que causaron varios pequeños accidentes en las carreteras de la provincia, según informaron fuentes del 112, que precisaban a última hora de la tarde que ningún siniestro había revestido gravedad.

Retiran distintos obstáculos en la red de carreteras provincial
Las brigadas del servicio de Vías y Obras de la Diputación de Pontevedra estuvieron ayer de guardia para atender cualquier incidencia que se pudiese producir en la red de carreteras de titularidad provincial, que suma más de 1.500 kilómetros de asfalto.
Entre la media mañana y las siete de la tarde, los operarios provinciales se habían desplazado hasta viales de los ayuntamientos de Caldas de Reis, Ponteareas, Pazos de Borbén, Ponte Caldelas, A Cañiza y Redondela. En todos los casos, excepto en el último concello, fueron requeridos para retirar árboles que obstaculizaban el tráfico y atentaban contra la seguridad vial. En Redondela fueron llamados para retirar una cartel.