Salvando las diferencias con la Feira Franca de Pontevedra, cada vez son más los municipios de la comarca que buscan en la Historia un motivo para desarrollar actividades lúdicas y gastronómicas. Y ayer le tocó a Barro regresar a su particular medievo de la mano de la Asociación Cultural A Crega. Esta feria medieval arrancó por la mañana en el recinto de San Antoniño con la apertura de los puestos de artesanía, obradoiros y juegos tradicionales para niños y para mayores. Los asistentes pudieron elegir entre preparar pan de forma tradicional o participar en carreras de barriles, en una competición de llave o disfrutar de las exhibiciones de cetrería.
Comida
La fiesta arrancó con una tímida asistencia, pero poco a poco el ambiente se fu animando y como en cualquier evento que se precie, no faltó el xantar de época en la carpa colocada al efecto, donde se pudo degustar de un amplio menú, a 15 euros por persona, que incluía empanada y porquiño ao espeto, además de vino, postre, licor café y caña. La otra opción, un poco más cara, era comer en el interior del Pazo da Crega, donde sirvieron empanada, pulpo y churrasco. La recreación de Barro continuó por la tarde con una mayor participación de público y nuevas actividades, vendimia para niños, tiro con arco y para rematar gran queimada para todos, preparada por Jabier Giao, con musica ambiental y entrega de trofeos
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