Una iniciativa vecinal pretende transformar a fondo el cruce de Alba en la carretera de Santiago. Representantes da Agrupación de Asociacións de Veciños e Veciñas, Comunidades de Montes e Asociacións Culturais, que agrupa a varias entidades de la zona, presentó hace algún tiempo una petición a Fomento para construir una rotonda que regule de forma segura un cruce por el que pasan cada día miles de vehículos. Ahora, acaban de obtener el apoyo del PP a su propuesta.
El problema se localiza en Santa María de Alba, en concreto, en el cruce de la N-550 Pontevedra-Santiago con la autonómica PO-225. Esta última enlaza con la PO-531 Pontevedra-Vilagarcía. Los vecinos sostienen que el actual sistema, que incluye carriles de espera en la N-550, no funciona con la seguridad necesaria.
«Están sufrindo a diario situacións de enorme risco, ao formarse aglomeracións na illeta que ás veces mesmo se mostra insuficiente, tendo os vehículos que ocupar o carril da N-550 (dirección Caldas de Reis); estas carencias vense agravadas pola cantidade diaria de vehículos que soporta esta estrada», aseguran en el PP después de que el presidente local, Telmo Martín y el concejal José Manuel Guillán se entrevistasen con los afectados y visitasen la zona para evaluar el problema planteado.
Los vecinos denunciaron otras situaciones de riesgo, entre ellas, las peligrosas maniobras que se ven obligados a efectuar los grandes vehículos y los autobuses. También destacan que se localizan en la zona paradas de la línea regular que comunica diariamente Alba con Pontevedra.
Desde el PP se considera «plenamente xustificada» la demanda vecinal y, de momento, los populares presentarán una moción en el pleno municipal del día 24 para que se exija la rotonda a Fomento.
La PO-225, que en la práctica canaliza hacia el casco urbano buena parte del tráfico entre Pontevedra y Vilagarcía, se hizo famosa en los últimos años por los problemas que presenta en el paso bajo la línea de ferrocarril.
Varios camiones chocaron contra el puente del tren hasta que la Consellería de Infraestruturas colocó un control de altura en las inmediaciones. La solución definitiva al problema pasa, no obstante, por la construcción del tramo de la ronda urbana entre las carreteras de Vilagarcía y Santiago, pero esta actuación sigue pendiente al no concretarse los compromisos financieros de la Xunta, que encargó los proyectos del nuevo enlace.
En proyecto se encuentra asimismo la reforma de la PO-531 Pontevedra-Curro. La Xunta descompuso esta actuación en dos tramos, Pontevedra-Alba y Alba-Curro. El compromiso del Gobierno autonómico es afrontar la reforma a lo largo de la actual legislatura.
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