En la última visita de los cacos sonó sin éxito la alarma del local
La bocatería Don Pincho de Barro, ubicada en San Antoniño, recibió una desagradable visita en la madrugada del martes. Uno o varios cacos entraron en el establecimiento hostelero y, además de robar dinero de la caja registradora y la tragaperras, dejaron un buen reguero de daños. Para empezar, rompieron el cristal de la puerta de la entrada, por donde acabaron colándose al interior. Luego destrozaron también la registradora, dejándola prácticamente inservible. Amén de desordenar todo cuando fueron pillando a su alcance. Y eso que debieron actuar a la velocidad de la luz dado que la alarma del local estaba activada y, por tanto, podían pillarles. Desafortunadamente, no se logró cogerles con las manos en la masa. Al preguntar en el establecimiento, la frase que pronuncian es desoladora: «É o terceiro roubo neste ano», indican desde el local.La bocatería, según indicaba ayer la persona que estaba tras la barra, abrió hace cinco años. Pasó cuatro ejercicios tranquila. Pero en los últimos doce meses los ladrones no dejaron de cebarse con el negocio. Entraron a robar en abril, septiembre y ahora. Y eso pese a que se cuenta con alarma, que primero se activó silenciosamente. «Fano así para ver si os pillan no sitio, pero non houbo maneira. Cando se chegou aquí sabe Deus onde ían eles. Andan moi rápido», se lamentaban ayer desde el negocio hostelero.
El bar en cuestión está ubicado en el núcleo de San Antoniño, cerca del pazo de A Crega. Aunque hay vecinos en las proximidades no escucharon nada durante la última madrugada. «Había moito aire e choiva e non oíron nada», contaban desde el bar. La central de alarmas sí avisó a los dueños de la cafetería, que cuando llegaron ya solo se encontraron los destrozos.
Sin policía ni Guardia Civil
Barro es uno de esos municipios donde, debido a su pequeño tamaño, no hay ni puesto de la Guardia Civil ni agentes municipales.
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