''Muchas personas compran las flores en los puestos que ya conocen de años anteriores. Se puede decir que ya son clientes fijos", dice Milagros Carballo de Curro.

El tradicional mercado de flores de difuntos, con las que hoy aparecerán adornados los cementerios en una jornada festiva (Día de Todos los Santos) en la que se rinde homenaje a los seres queridos fallecidos, se está muriendo. Los floristas que ayer instalaron sus puestos en la Praza da Ferrería no podían ocultar su desánimo al comprobar la considerable disminución de compradores respecto a ediciones anteriores. Para colmo de males, la aparición de la lluvia al mediodía y a primera hora de la tarde tampoco animó a la clientela.

''A primera hora de la mañana salió el sol y hubo bastante movimiento, pero ahora que empieza a llover las ventas van más lentas de lo que nosotros desearíamos'', explica Milagros Carballo desde su puesto, especializado en centros florales. ''Mantenemos los precios de otros años: los más baratos se pueden adquirir a 20 euros y los más caros no pasan de los 35 euros'', explica esta florista de la parroquia de Curro (Barro).

La rosa roja se consolida como la reina de los centros florales que se adquieren en A Ferrería durante la víspera del Día de Todos los Santos y en esta propia jornada (hoy se mantienen los puestos, a los que podrán acudir los más rezagados, que han dejado para última hora el adorno floral de los nichos y panteones familiares). ''Muchas personas compran las flores en los puestos que ya conocen de años anteriores. Se puede decir que ya son clientes fijos'', precisa Milagros, que desde hace 15 años atiende uno de los estands del mercado floral.

La reducción del número de puestos de venta en relación a ediciones anteriores también delata la crisis que afecta a este mercado. Se contabilizaron 55 estands, frente a los 70 que hubo en 2010 y los 68 de los años 2008 y 2009. Esta circunstancia provocó que una amplia zona de A Ferrería , la más próxima a los soportales, estuviese vacía, sin la aglomeración de floricultores que se registraba en años precedentes.