El vuelco de un camión de escombros provoca largas retenciones en la AP-9

Los conductores que ayer regresaban a sus casas para comer conduciendo por la AP-9 se vieron afectados por el vuelco de un camión de escombros a la altura de la entrada Norte de la autopista, en dirección a Santiago de Compostela. El incidente, cuyos motivos se desconocen (si bien todo apunta a que el vehículo circulaba a más velocidad de la indicada para ese tipo de curva de incorporación), motivó importantes retenciones y obligó a la Guardia Civil de Tráfico a desviar la circulación a la altura de Curro.
El siniestro acaecido en el nudo del Parque de Bomberos se saldó con una salida de vía del vehículo articulado al impactar este contra las barreras de contención, lo que provocó el vuelco de su cabeza tractora, que quedó totalmente combada fuera de la calzada. La Guardia Civil fue informada del incidente circulatorio, que se saldó sin heridas de consideración tanto para el conductor del camión como para los de otros coches que pasaban por la zona, en torno a las 13.22 horas.
Al parecer, el vehículo, que llevaba un remolque de grandes dimensiones cargado de escombros, se salió de la vía cuando tomaba la curva de entrada a la autopista en dirección a Santiago. Al perder el control del camión, el conductor se llevó por delante un tramo de la barrera de hormigón que delimita la calzada y separa la autopista de la finca contigua (sobre la que quedó derribada la cabeza tractora). A pesar de lo apatoroso del accidente de tráfico, el conductor del tráiler resultó ileso.
No obstante, aunque no se produjeron consecuencias de gravedad, el remolque lleno de escombros, que permanecía fijado a la cabeza del camión, quedó en pie en medio de la entrada a la AP-9, ocupando el arcén y parte de un carril de circulación de esta zona de incorporación.
Sin cortes
Aunque no fue necesario cortar la carretera (algo que hubiese acarreado considerables problemas circulatorios), la Guardia Civil de Tráfico tuvo que intervenir para regular el tránsito en la autopista y en todo el entorno del nudo de Bomberos. Una patrulla de agentes se desplazó hasta la curva en la que se produjo el siniestro, para delimitar su perímetro y dar paso a los demás vehículos a través del espacio que quedó libre en el carril derecho y el arcén.
Además, otra dotación de la Guardia Civil de Tráfico tuvo que desplazarse hasta la entrada de la autopista para obligar a los coches a reducir la velocidad con la finalidad de evitar que se produjesen más accidentes. Al margen de lo aparatoso y llamativo del incidente para los que circulaban por la zona, el vuelco del camión de escombros generó malestar entre los demás conductores por dos motivos: el mal olor que desprendían los restos que portaba el vehículo siniestrado y las importantes retenciones que se produjeron en la AP-9, en especial entre el nudo de Curro y el peaje situado en el entorno del polígono industrial de O Vao.
«Quedamos secuestrados na autopista»
Tras el accidente del camión, la Guardia Civil desvió a muchos vehículos hacia la salida de Curro, donde numerosos conductores mostraron su malestar por el hecho de que la empresa concesionaria de la autopista les cobrase un peaje de 1,25 euros. Uno de los afectados por las medidas de tráfico, Miro Magariños, asegura que se encontró «cunha retención brutal en Curro», motivada en gran medida por la negativa de los conductores de tener que pagar esta tasa. «Secuestráronnos na autopista literalmente durante case unha hora. Montouse un cristo porque os responsables da autopista negábanse a abrir se a xente non pagaba. A Garda Civil dicíanos que non podía facer nada e negábanse a permitirnos reclamacións mentres non pagaramos. Pareceume alucinante», narraba Magariños.
Grandes grúas
Para la retirada del camión de las inmediaciones de la entrada la autopista AP-9 fue necesario que se desplazasen hasta el lugar dos grúas. La tareas se desarrollaron a lo largo de la tarde.

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