Muchas escopetas, escasas presas

La temporada de caza en la comarca arranca con un gran número de aficionados en el monte pero se constata un descenso en la población de conejos

"Al menos que los perros hagan ejercicio y se diviertan un poco". Nunca falta la visión positiva. Así se manifestaba ayer el presidente de la sociedad de cazadores de Vilaboa, Manuel Ríos, ante el panorama del primer día de caza de este año. Escasas piezas y una gran mortandad en los montes del Lago de Castiñeiras. Algo parecido ocurre en los tecores de Barro, donde ya se optó por batidas de zorro, y en Portas, donde se espacian las salidas para no mermar la población existente.

"Por momentos hay una aglomeración de cazadores" pero lo que no abundan son las presas. Así se pronunciaba ayer el presidente del tecor de Portas, Manuel Martínez, después de su primera mañana de recorrido por el monte en el inicio de la nueva campaña cinegética. Y es que la escasa población de conejos se presenta como la característica común en las zonas de caza de la comarca. Pese a las repoblaciones realizadas en los meses anteriores, las enfermedades y la acción de los depredadores, especialmente el zorro, provocan una merma del número de piezas.
En el tecor de Portas ya se ha optado por espaciar las salidas (hace años que no se acude al monte los jueves y solo se sale los domingos), para mantener en lo posible el número de presas, y se intensifica la repoblación de conejos y faisanes. De hecho, la cuadrilla de Martínez regresó ayer a casa con dos ejemplares de cada uno. El presidente destacaba que "queda mucho por hacer" para recuperar la fauna cinegética pero se declara "satisfecho del trabajo realizado" en Portas "ya que otras sociedades ni siquiera pueden salir".
Por su parte, desde el tecor de Barro Yago Abal se lamentaba de que "no hay nada" y achaca esa escasez a las enfermedades y a la acción del zorro. De hecho, por la tarde su cuadrilla optó por batidas de este animal ya que el conejo apenas se ve. "Hicimos una repoblación importante pero no queda ni la cuarta parte. Cada año se prueban soluciones nuevas, nuevas vacunas" para resolver el problema, explica.
Igual resultado recogía al final de la jornada Manuel Ríos, de Vilaboa. Por la mañana "escaparon dos" y la "lluvia tampoco ayuda", explica, antes de recordar que "en septiembre hubo una gran mortandad" en un coto que comparten cazadores de Vilaboa y Pontesampaio. Ya por la tarde se intentó de nuevo y volverán a salir el próximo jueves. "Al menos sacamos a los perros", explica.
La lluvia de la jornada afectó de manera desigual a los montes. En Vilaboa el agua borró los rastros, pero en Portas, donde apenas hubo lluvia por la mañana, el terreno húmedo sí facilita el trabajo de los perros.
La campaña cinegética durará hasta el 6 de enero y se puede salir al monte los jueves, domingos y festivos, por norma general, si bien se establecen algunas excepciones. La normativa prohibe esta actividad en una superficie de más de 31 hectáreas en el entorno del embalse del Pontillón de Castro, en Verducido, así como en toda la zona protegida de la Xunqueira de Alba. En la comarca tampoco se permite la caza en la ensenada de San Simón, en la ría de Vigo, que afecta a la parroquia de Pontesampaio y al municipio de Vilaboa, y en el complejo Ulla-Umia, que engloba parcialmente a Sanxenxo.


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