Seis víctimas de violencia machista en la comarca de Pontevedra en menos de dos años

Entre las fallecidas se encuentran las dos niñas de Moraña presuntamente asesinadas por su padre

Con la muerte de Conchi Reguera son seis las víctimas de violencia machista sucedidas en la comarca de Pontevedra en menos de dos años.
Su fallecimiento se une a una triste lista que ha golpeado con dureza a los concellos de Pontevedra, Moraña, Barro, Vilaboa y Marín.
La comarca pontevedresa sufre este crimen cuando todavía no ha podido recuperarse del sucedido en Moraña el pasado 31 de julio, cuando David Oubel supuestamente asesinaba a sus dos hijas, Candela y Amalia, de 9 y 4 años, con una radial como supuesta venganza hacia su exmujer.
Otra víctima de esta lacra social fue Mónica Lorenzo, una vecina de Barro de 38 años, después de que su expareja, Daniel Carballal, le disparase con una escopeta y se ahorcase en el domicilio de ambos. Minutos antes había telefoneado a la Guardia Civil confesando el crimen que acababa de cometer.
El 23 de febrero de 2014 tenía lugar otro triste suceso: María Luisa "Lupe" Jiménez Jiménez, de 37 años y madre de seis hijos, aparecía muerta a puñaladas en un monte de Santiago después de ser llevada a la fuerza y raptada por su marido, José Luis Cortiñas, del domicilio de su madre, en Vilaboa.
El 26 de diciembre de 2013 Miguel Sanmartín Arbigay acababa con la vida de su pareja sentimental, Isabel Pérez Fraga, en el domicilio de esta última, en la calle José del Río, de Marín.
El acusado fue condenado el pasado 22 de mayo por la Audiencia provincial de Pontevedra y un jurado popular a 18 años de prisión como autor de un delito de homicidio y otro de agresión sexual contra la víctima.
Repulsa de las instituciones
Además de la repulsa de la ciudadanía, este nuevo fallecimiento provocó ayer reacciones de las instituciones.
La Diputación de Pontevedra condenaba el asesinato y recordaba que en los últimos días también habían perdido la vida por causa de la violencia de género otras dos mujeres en Tenerife y Fuengirola.
Para la presidenta del organismo provincial, Carmela Silva, "es un claro síntoma de que algo está fallando en nuestra sociedad".
Por su parte, la Xunta emitió un comunicado en el que expresó su "más firme condena" e hizo un llamamiento a la sociedad para que "se rebele contra esta repudiable lacra". El Gobierno gallego tiene por norma presentarse como acusación particular en cada caso de violencia de género.
Asimismo, la Delegación del Gobierno en Galicia manifestó su repulsa "hacia todos aquellos que ejercen cualquier tipo de violencia, especialmente contra las mujeres".


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