Los vendedores ambulantes desafían al alcalde y montarán el mercadillo
La polémica por el mercadillo de mañana domingo en Barro se ha alimentado durante toda la semana y todo apunta a una difícil digestión. Por una parte, el Concello, dirigido por el popular José Antonio Landín, advierte de la prohibición de celebrar la feria. «El terreno es del ayuntamiento, hubo un concurso, se concedió la explotación a una empresa y ya no está vigente», señaló ayer Landín Eirín, quien asegura de que ya alertó de la situación a la Subdelegación del Gobierno. Por otra, la plataforma de vendedores ambulantes desafía la orden municipal y asegura que sí celebrarán mañana el habitual mercadillo «ya que ni el Concello de Barro ni la empresa adjudicataria nos ha comunicado nada por escrito».
El último en sumarse a la polémica es la Asociación Galega de Ambulantes e Autónomos (AGAA). Desde su posición, advierten al Concello que deberá permitir la instalación de todos los vendedores que presenten la documentación que los habilite para ejercer la actividad de venta ambulante. Su presidente, Francisco Romero, indica que «o goberno local ten que actualizar con carácter de urxencia o regulamento municipal de venta ambulante, dacordo coa Lei de Comercio vixente». En base a ese reglamento, el Concello tendría que conceder la autorización municipal a cada ambulante que tenga los papeles en regla.
Y es que desde el AGAA aseguran que llevan años reclamando al alcalde que el mercadillo tiene que estar abierto a todas las personas que lo soliciten y no ser un proceso «oscurantista». «Queremos que se legalice», indica Romero. Landín Eirín, por su parte, evita la polémica y asegura que «pueden decir lo que quieran, pero el del 8 de septiembre fue el último».
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