Los colectivos que participan aparcan sus diferencias y aguardan a la convocatoria del concurso que elegirá nueva organización
El mercadillo de Barro dejará de celebrarse al menos durante los próximos dos meses, a la espera de que el Concello ponga en marcha el proceso mediante el que se adjudicará de nuevo la feria, así como una normativa que la regule. Éste es el acuerdo al que, apenas unas horas después de llevarse a cabo la última convocatoria, llegaron las dos asociaciones que integran a prácticamente la totalidad de los vendedores.
Las tiranteces entre la Plataforma Gallega de Vendedores Ambulantes y la Asociación Galega de Ambulantes e Autónomos se incrementaron a lo largo de las últimas semanas, pero ayer la división quedó a un margen. En una reunión en la que también intervino, como mediación, la agrupación Pueblo Gitano de Galicia, se optó por clausurar temporalmente el mercadillo que cada semana se celebra en San Antoniño.
Eso sí, ambas partes, así como la Asociación Kalós (a la que también están adscritos algunos vendedores) manifestaron que se mantendrían "vigilantes" a la espera de que la administración local cumpla con su anuncio y que de éste dé paso a un nuevo contrato para la organización de la feria. Advierten de que cuando se retome el mercadillo "todos los vendedores actuales" deberán seguir manteniendo su puesto.
Estos puntos comunes se produjeron al día siguiente de una jornada a la que únicamente acudieron los vendedores vinculados a la Plataforma Gallega de Vendedores Ambulantes, que desoyeron las palabras de la directiva de la otra agrupación en las que se anunciaba la desaparición de la feria. Ahora, con los ánimos más calmados, si bien durante una reunión "bastante tensa", los acuerdos también incluyen paralizar todas las actividades de protesta que se habían planteado.
Por otro lado, el futuro de la feria también se presentaba como un punto controvertido en el orden del día del pleno programado para anoche y que se seguía desarrollando al cierre de esta edición. La oposición municipal incluía en sus preguntas la razón por la que no se paralizó la venta este pasado domingo a pesar de que el gobierno local que preside José Antonio Landín había ordenado anteriormente su suspensión.
Sin embargo, fue una treintena de vendedores la que instaló este domingo, sin ningún tipo de problema o de advertencia, sus puestos en la feria de Barro a pesar de la existencia de un acuerdo municipal que dejaba en suspenso el mercadillo desde el 15 de septiembre y hasta que se resuelva un nuevo concurso público para la explotación de esta actividad. El Concello rescindió el contrato con la empresa organizadora tras unas sucesión de incumplimientos y sumar una deuda de más de 60.000 euros.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2013/09/17/ambulantes-barro-pactan-suspension-temporal/879110.html
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