El plan provincial para consorciar la gestión del
tratamiento de residuos puede salir caro a los vecinos de una treintena
de municipios. Concretamente 29 de los municipios que son potenciales
usuarios -todos los de la provincia excepto, en principio, Vigo y Pontevedra-
cobran actualmente una tasa inferior a 60 euros anuales, que es el
precio que fijará el consorcio. El que tiene la tasa más baja
actualmente es Arbo, que cobra por el servicio 15 euros anuales.
Hay otros 26 municipios que, por el contrario, tendrían que rebajar lo que cobran actualmente a sus vecinos, ya que la tasa supera esos 60 euros al año. Poio, con 108,56 euros anuales, es el que tiene la tasa más cara.
Y hay cuatro más -Barro, A Lama,
Forcarei y Salcedo- que han ajustado recientemente sus respectivas
tasas al precio que contempla la Diputación, 60 euros al año.
Moratoria hasta el 2016
En cualquier caso los municipios que se adhieran al mismo tendrán una moratoria para ajustar sus tasas al precio fijado. Concretamente, hasta el año 2016.
La intención de la Diputación Provincial es implantar el sistema de
gestión conjunta de recogida de residuos este mismo año. Concretamente,
antes del mes de julio. Son alrededor de 30 los municipios que
participarán en un primer momento en el consorcio provincial de basuras.
Además, hay que señalar que el sistema aprobado
contempla que sean los propios Concellos los que hagan de avalistas de
la recaudación prevista. Es decir, que se hará un cálculo previo que lo
que tendrá que aportar cada municipio -en función del número de usuarios
del sistema, es decir, de viviendas-, y en el caso de que haya
morosidad tendrá que ser el propio Concello afectado el que pague la
parte correspondiente. Por lo tanto, si el consorcio no recauda lo
previsto en cada municipio, será la Administración local la que responda
aportando la parte que falta. Eso sí, cada municipio tendrá libertad
para establecer la periodicidad del cobro, pudiendo dividir esos 60
euros en 12, 6, 4 o 2 pagos.
Por otra parte, muchos de los municipios de la
provincia mantienen un doble cobro: una tarifa para los núcleos urbanos
y otra, generalmente más baja, para las viviendas rurales. Este
doble rasero, en principio, desaparecerá con la gestión única. La
armonización de tasas entre municipios -ahora con diferencias de hasta
93 euros entre el que más cobra y el que menos (Poio y Arbo)- podría también afectar a los recibos urbanos y rurales.
Los Concellos harán de avalistas: responderán por sus vecinos morosos
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