Las ´trampas´ de la carretera

Da igual que se trate de carreteras "saturadas", como la que enlaza Pontevedra con Vilagarcía, o viales poco transitados, como es el caso de la PO-224 entre Bora y Verducido. Son dos casos muy significativos, pero sirven de claro ejemplo de que buena parte de la red viaria autonómica comienza a presentar un estado de conservación deficiente. Recorrer los veinte kilómetros entre la ciudad del Lérez y la arousana por la PO-531 o circular entre Ponte Bora y el embalse del Pontillón obliga a sortear numerosas "trampas" en el asfalto, algunas de ellas incluso "señalizadas".
 
Los baches no son patrimonio de una única administración. El casco urbano pontevedrés tiene numerosos ejemplos de calles de titularidad municipal en muy mal estado. Sin embargo, la red autonómica parece haberse convertido en una de las peor conservadas del municipio y sus alrededores y no hay más que remitirse al estado de la PO-308 entre Pontevedra y Sanxenxo (reparada en unos casos pero no en otros, con demandas vecinales desde hace tiempo), la carretera de Vilagarcía, que aguarda desde hace años por un plan de "humanización" que nunca llega, algunos tramos del vial entre Pontevedra y Ponte Caldelas, como en la zona de A Ermida, la angosta PO-225 en Alba, y la PO-224 entre Bora y Verducido, cuyo lamentable estado ha cobrado actualidad en las últimas semanas debido a la proliferación de accidentes en ella registrados, el último el pasado domingo, con un motorista policontusionado al sufrir una caída.
Esta carretera llegó a ser planteada hace años por el PP local como parte de una posible ronda urbana, mejorando su estado. Pero no fraguó y el "olvido" de la PO-224, que arranca en la N-541 en Bora y concluye en la N-550 en Barro tras cruzar por el Pontillón, llega incluso a los informes oficiales de la Xunta sobre las intensidades de tráfico de su red. Desde 2005 no figura en esos balances. En aquella época contaba con una media de 2.042 vehículos al día, una cifra poco significativa frente a los actuales 18.600 de la PO-308 o los 18.000 de la PO-531. Sin embargo, este vial cuenta con uno de los porcentajes más elevados de la comarca en cuanto a tráfico pesado. El 10% de los vehículos que la utilizan son camiones, muchos de ellos vinculados a las canteras de Verducido.
Tras años sin una capa de asfalto decente, el constante tránsito de estos vehículos de gran tonelaje deja notables "señales" en el firme, con baches que en algunos casos incluso ha sido necesario "señalizarlos" con un cono reflectante.
Las estrecheces económicas impiden ejecutar nuevas obras. La PO-225 en Alba aguarda desde hace tiempo una anunciada "variante" y la mejora de la PO-531 sigue guardada en algún cajón. Pero a la falta de actuaciones de nuevo trazado se une un preocupante parón en la rehabilitación de las vías ya existentes.

http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2013/05/21/trampas-carretera/814002.html