Primero fue Portas. Ayer le llegó el turno a Barro. 
Los efectos del calor y de la falta de lluvias en estas primeras semanas
 de verano ya se hacen notar en las reservas de agua de varios 
municipios, que se encuentran bajo mínimos. Para garantizar el 
suministro a los hogares, el gobierno local de Barro acaba de emitir un 
bando en el que prohíbe el uso de agua corriente para regar huertas y 
jardines o llenar piscinas.
Las restricciones se centran únicamente en los 
lugares de San Antoniño y Outeiro, que son los únicos que disponen de 
agua de la traída, mientras que las localidades restantes se sirven de 
pozos particulares. Además de prohibir el uso de agua corriente para los
 campos, el grupo de gobierno pide que no se malgaste el líquido y 
ajustar el consumo a las más estrictas necesidades domésticas.
La intención del ejecutivo local a la hora de 
establecer estas restricciones es garantizar el servicio en verano, algo
 que solo se podrá lograr con la colaboración de todos los vecinos. En 
caso de que los niveles de los depósitos sigan bajando, el Concello se 
verá obligado a establecer cortes en el suministro durante ciertos 
intervalos de tiempo para no dejar sin agua a ninguna vivienda.
Las causas que han llevado a esta situación, que se 
está repitiendo en los últimos veranos, es la ausencia de 
precipitaciones suficientes que permitan el almacenamiento de agua. «Se fose un verán chuvioso, non habería problemas deste tipo», explica el alcalde, Fernández Abraldes.
La ausencia de lluvias no afecta solamente al 
ayuntamiento de Barro. Hace unas semanas el regidor de Portas, Víctor 
Estévez, se vio obligado a dictar la misma orden debido al riesgo real 
de desabastecimiento en los hogares. De hecho, esta medida todavía sigue
 vigente en el municipio vecino.
El intenso calor y la ausencia de precipitaciones 
importantes durante los meses de junio y julio son los principales 
factores que dejan en una situación delicada a la población, que ve cómo
 en los últimos veranos este problema se agrava más y las restricciones 
en el servicio son cada vez más estrictas y se prolongan durante más 
tiempo.
Por su parte, en Seixo, en Marín, también hay 
problemas con el agua. Las viviendas de los pisos más altos de Otero 
Ulloa, Gago de Mendoza y Camiño Vello llevan padeciendo falta de presión
 en sus casas desde hace días, lo que ha obligado al Concello a tomar 
medidas. La edila de Medio Ambiente, la popular Marián Sanmartín, 
explicó que se ha restringido el suministro de agua a una fábrica por 
las mañanas para garantizar la presión en las casas en las horas de 
mayor consumo
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/barro/2015/07/23/barro-restringe-consumo-agua-causa-pertinaz-sequia/0003_201507P23C7991.htm 
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