La Dirección General de Tráfico ha situado tres 
tramos de la autopista AP-9 entre los puntos de la red viaria 
pontevedresa considerados como peligrosos y donde se intensificará la 
vigilancia con radares, en este caso concreto, fijos. No son las únicas 
incorporaciones de esta negra lista que se actualiza cada tres meses, de
 tal modo que también se reforzará el control en otros dos puntos de la 
AG-4.1, carretera que une el nudo de Curro con la vía de O Salnés.
Por su parte, en esta última vía, la VG-4.1, la 
Guardia Civil mantendrá una vigilancia activa con radares móviles, al 
igual que lo hará en la variante de Marín, así como en la N-640. En este
 marco, y pese a las actuaciones que la Consellería de Infraestruturas 
ha llevado a cabo en los últimos meses, la curva de Curro se mantiene 
como uno de los puntos peligrosos de la comarca de Pontevedra, de tal 
modo que los radares móviles continuarán situándose habitualmente entre 
los kilómetros 6 y 18,5 de la PO-531.
Por otro lado, la carretera que más tramos de riesgo 
acumula sigue siendo la N-550, con el agravante de que los tramos de 
intensificación de vigilancia se incrementan pasando de cuatro a seis. 
También han aumento las zonas consideradas de riesgo de accidente en la 
N-640, mientras que en la PO-551, que comunica las localidades 
pontevedresas de Marín y de Bueu, la DGT ha constatado un descenso de la
 peligrosidad, lo que ha determinado que se reduzcan a uno los tramos 
donde se incrementará la supervisión.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2016/01/28/pontevedra-firma-pacto-pionero-trafico-atajar-consumo-droga/003_201601P28C591.htm 
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