El consorcio cubre al 70 % de la población y refuerza emergencias como la de A Ferrería
Una basta extensión de territorio y centenares de
núcleos de población. A eso se enfrenta el Consorcio Provincial de
Bomberos a través de su plan de coordinación de respuestas a incendios.
El violento fuego de la plaza de A Ferrería del pasado lunes en
Pontevedra, cuando los bomberos de Pontevedra tuvieron el refuerzo de
parques comarcales integrados en el consorcio ha puesto sobre la mesa
nuevamente el tiempo de respuesta a incendios urbanos de grandes
dimensiones, pero también cómo se articula la lucha contra el fuego que
afecta a inmuebles en toda la provincia.
Pontevedra y Vigo cuentan con parques de bomberos
propios, pero la cobertura del resto de las poblaciones se articula a
través del consorcio, en cuyo funcionamiento colaboran Diputación y
Xunta de Galicia, en coordinación con los ayuntamientos de menos de
veinte mil habitantes.
Cubren unos mil incidentes anuales. Trabajan en todo
el servicio cerca de cien personas, aunque cualquier actuación fuera de
su ámbito de actuación debe ser autorizada por la gerencia del
consorcio. El sistema se concibió para lograr un abaratamiento de los
costes, al unificar bajo una gerencia provincial única la dirección de
cada uno de los parques que hasta el 2010 funcionaban de forma autónoma.
El sistema de parques comarcales puede responder a
cualquier incidencia en el tiempo de respuesta estipulado por los
parámetros oficiales, que, en última instancia sitúa en esos 20 minutos
el tiempo ideal máximo de atención de emergencias.
Incendio en Cambados
El último de ellos, ayer. A las cinco menos diez de
la tarde recibieron una llamada del 112 alertando de un incendio en una
vivienda unifamiliar situada en Forniños (Corvillón-Cambados). Cuando
llegaron al punto, la policía local y el propietario de la casa habían
cerrado todas las ventanas y puertas, lo cual contribuyó a frenar la
expansión de las llamas. Finalmente solo ardieron unos 8 metros
cuadrados, de la planta baja donde se originó el fuego, pero la
profusión de humo afectó a paredes y techo, dejando la casa inhabitable,
según informaron desde el parque de bomberos de Ribadumia.
Es solo uno de los ejemplos a de actuación a los que
se enfrenten a diario. Según los datos facilitados cuando se puso en
marcha el consorcio, el 70 % sería el porcentaje de personas que viven
en un radio de respuesta de veinte minutos de los parques comarcales.
Con todo, no se renuncia a incorporar a los parques de Vigo y Pontevedra
al sistema a través de alguna fórmula de colaboración, apuntada esta
misma semana tras el incendio de A Ferrería por parte de la Xunta de
Galicia.
Los tiempos de respuesta pueden ser más dilatados en
algunas zonas de sombra del actual sistema, pese a que, desde la puesta
en marcha del consorcio se ha logrado sumar cada vez a más municipios al
plan.
Actualmente las bases de cada uno de los parques
comarcales se encuentran en Bueu, Porriño, Ribadumia y Vilagarcía de
Arousa, y desde la puesta en marcha del servicio de forma provincial se
han ido adhiriendo cada vez más concellos. Los últimos han sido Catoira,
Ponte Caldelas, Vilaboa, Valga, Caldas de Reis, Soutomaior Marín, Barro
y Portas.
Sufrir una emergencia en algún concello que queda
fuera del ámbito de estricta actuación del consorcio puede resultar
caro. El coste de un operativo se fija en función del personal empleado,
los materiales necesarios, los vehículos desplazados, el tiempo
invertido o el recorrido que deben cubrir coches, camiones o lanchas de
salvamento o si es necesario el uso de equipos de rescate en alturas o
en el subsuelo. Todo ello se grava con un 50 % sobre el coste base en
caso de que el destinatario esté fuera del ámbito del consorcio, según
ese estipula en la ordenanza reguladora.
No obstante, estos costes suelen quedar amparados por
las pólizas de seguro que cubren habitualmente los bienes afectados por
incendios urbanos.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/marin/2016/02/08/plan-bomberos-busca-llegar-provincia-20-minutos/0003_201602P8C1995.htm
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