Fomento calcula que este tramo de diez kilómetros, que atraviesa Xeve, Cerponzóns y Barro, reducirá en un 85% el tráfico por la travesía de Curro - Se diseñan dos falsos túneles en esa zona que suman 150 metros de longitud
Con el primer tramo de la autovía A-57, de 6,5 kilómetros, ya en ejecución en Marcón y con el itinerario de 5.000 metros más hasta Pilarteiros (Xeve) pendiente del proyecto definitivo, el Ministerio de Fomento ha reactivado esta semana el tramo final de esta futura circunvalación de Pontevedra, en el desembocará en Curro tras un recorrido de otros diez kilómetros más. Se completaría así una autovía de algo más de 21.000 metros desde Vilaboa hasta Curro cuyo coste total superará los doscientos millones de euros.
Solo el recorrido Pilarteiros-Curro está presupuestado en más de 120 millones de euros y el ministerio calcula que absorberá 26.194 vehículos al día, en su mayor parte de la propia carretera de Vilagarcía. De hecho, se estima que solo en la travesía de Curro dejarán de pasar el 85% de los coches que ahora utilizan la denominada "rotonda pequeña"., que solo utilizarían unos 3.300 coches diariamente.
La tramitación de este trecho final acaba de ser retomada por Fomento a raíz de las correcciones complementarias decretadas por el Ministerio de Medio Ambiente, ha sido ligeramente modificado en su kilómetro final, ya en Curro, donde se ha diseñado una nueva rotonda de conexión con la PO-531 y se ha planteado la ejecución de dos falsos túneles, de 60 y 120 metros respectivamente, con el fin de "minimizar los efectos" sobre el territorio. La documentación que acompaña al nuevo diseño asegura que con estas modificaciones el trazado elegido "tiene la menor afección sobre las redes de infraestructuras, tiene la ventaja de no interferir con la concesión de la AP-9, al no haber la necesidad de modificar las áreas de peaje, es la que más reducción de ruido produce y es la de mayos rentabilidad sobre todo al captar un mayor número de vehículos de la PO-531, que emplearían un tiempo menor en realizar su recorrido".
Otras "ventajas" que detalla Fomento son la de "reducir el tráfico en la travesía de Curro" y solventaría las objeciones que en su día planteó la Axencia Galega de Infraestruturas, que alertaba de que la conexión de esta autovía con el macronudo en ese punto "alteraría su funcionamiento". De hecho, la Xunta llegó a reclamar otra alternativa de trazado, al igual que el Concello de Curro.
En todo caso, los cambios en este trazado Pilarteiros-Curro se limitan al último kilómetro, pero significan un aumento presupuestario de al menos diez millones de euros. La primera versión rondaba los 110 y ahora superará los 120. La ejecución material se cifra en 80,1 y las expropiaciones, en 6,3 millones más, a lo que hay que sumar impuestos, asistencias técnicas y el porcentaje del 1,5% para obras de patrimonio cultural.
El recorrido nace en la carretera PO-223, la carretera de Campo Lameiro, a la altura del lugar de Pilarteiros. Desde ese punto l futura autovía "discurre en paralelo al cauce del río Verducido y la carretera autonómica PO-224 hasta el kilómetro 1,5, donde comienza a girar hacia el Oeste y cruza el río Verducido mediante un viaducto de 280 metros". A continuación "penetra en la parroquia de Verducido bordeando su parte Sur y cruza la cresta montañosa que separa las cuencas del río Verducido y del río Rons entre los parajes denominados Outeiro dos Cans y Monte Redondo, sin afectar a los elementos arqueológicos presentes en dicha zona, y discurre a media ladera de forma paralela al río Rons".
Ya en la parroquia de Cerponzóns, "el trazado vuelve a girar hacia el Oeste para cruzar el valle del Rons mediante un viaducto de 560 metros. Una vez salvado este cauce, el trazado se dispone de manera paralela a la N-550, atravesando el límite que separa los términos municipales de Pontevedra y Barro". En este punto se diseña un enlace de conexión con la N-550 y pasado este enlace, el trazado discurre hacia Curro, donde la futura autovía discurre en trinchera para pasar por debajo de la AP-9 y de la rotonda de Curro para conectar directamente con el ramal hacia el macronudo. Los cambios se centran en una nueva conexión con la PO-531 y dos falsos túneles en las inmediaciones de la iglesia.
A lo largo de estos diez kilómetros se han diseñado veintidós estructuras, de las que tres son viaductos (que suman algo más de un kilómetro de longitud), otras tres son pasos bajo la autovía, y catorce son pasos superiores". A esos se suman los dos falsos túneles finales, cuyo presupuesto suma al menos seis millones de euros. En todo el recorrido se establecen tres enlaces: el de Xeve, el de la N-550 en Barro, a los seis kilómetros del inicio, y el final, en Curro.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2016/02/07/57-pontevedra-curro-absorbera-26200/1400209.html
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