Pontevedra, Barro y sobre todo Caldas tienen iniciativas empresariales de este tipo
¿Cuántos albergues hay actualmente en el Camiño Portugués a su paso por Pontevedra, Barro, Portas o Caldas? La respuesta no es tan sencilla de responder. Incluso hace dudar a toda una autoridad en la materia como Celestino Lores, presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués. Él explica que, de la red pública de la Xunta, está muy claros los que hay, ya que solo figuran los de Pontevedra y Briallos (Portas). Pero, más allá de ellos, y dado el auge de la ruta hacia Santiago, fueron abriendo distintos alojamientos que consiguieron que la Xunta les otorgase la categoría de albergues privados. Algunos están cerrados en invierno. ¿Son rentables? Si se pregunta a sus propietarios, la mayoría aseguran estar relativamente contentos con la marcha de los negocios. Celestino Lores dice además que le llaman de forma frecuente empresarios interesados en abrir más albergues. Él les aporta las cifras que maneja de paso de peregrinos «para que puedan echar sus cuentas y ver si es viable o no».
En Pontevedra, más allá del albergue público, que estos días pese al temporal sigue recibiendo huéspedes -en enero pasaron por él 108 peregrinos-, hay otro establecimiento de esta tipología. Se llama ALoxa y ahora mismo está cerrado. En su web indica que se pondrá en marcha en el mes de abril. En Barro, funciona otro albergue. El edificio pertenece al Concello, pero lo gestiona una firma privada, cuyo responsable, Jorge López, señalaba ayer que él mantiene el alojamiento abierto todo el año aunque estos meses, sobre todo cuando arrecia el mal tiempo, el flujo de caminantes sea mínimo. «É un servizo que creo que hai que dar, se unha persoa chea aquí e non tes o albergue aberto déixala moi colgada, porque aquí non ten outro sitio ao que acudir», señalaba ayer.
Distintas opciones
Esta situación, la de que los peregrinos no
encontrasen cerca otro albergue, no se produciría en Caldas, donde más
alojamientos de este tipo proliferan. Está, por una parte, el Doña
Hurraca, que hace años se había abierto con titularidad municipal. Lo
regentaba el Concello y el cura. Ahora está en manos privadas, tal y
como indicaba ayer una de las personas que lo gestiona, María José
Fariña. Señalaba ella que, aunque ya no tiene carácter público, se
mantienen idénticas condiciones a cuando sí lo tenía.
Luego está el Timonel, que antes era solamente un bar y hace dos años
su dueña se animó a abrir también un albergue. Completan la oferta el
Catro Canos, ubicado en el lugar caldense de Tivo y que puntualmente
está cerrado ahora porque sus dueños cogieron unos días de descanso,
pero lo reabrirán en breve. José Manuel García cuenta la curiosa
historia que hay detrás de su apuesta empresarial: «El
día que vine de hacer el Camiño Francés decidí que tenía que abrir un
albergue, me habían tratado tan bien que yo quería hacer lo mismo con
otros peregrinos».Sin salir del territorio caldense aún puede encontrarse un alojamiento más con titularidad de albergue. Se trata del Cruceiro. Muchos pensarán que este negocio, en realidad, es un hotel. Y, ciertamente, lo es. Pero sus dueños, viendo el tirón del Camiño, hace un par de años decidieron dedicar parte del establecimiento exclusivamente a peregrinos.
¿Qué precios tienen todos estos albergues? Los de la red pública cobran seis euros durante todo el año -el de Pontevedra y Briallos-. Y el resto, los privados, se cotizan entre los siete y los doce euros. No incluyen los desayunos. Sí dan sábanas y servicio de agua caliente.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2017/02/04/auge-camino-portugues-despierta-interes-abrir-albergues-privadosinfraestructuras-pp-acusa-bng-trabajar-humanizar-mollavao/0003_201702P4C5991.htm
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