Participó en la inauguración del curso "La gestión sostenible de los residuos urbanos", que comenzó ayer en Pontevedra
Luis Lamas, presidente de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama) es un hombre prudente, pero también optimista en lo que a la gestión de residuos se refiere. Consciente de que la actividad se encuentra inmersa en un proceso de renovación, estuvo presente en la inauguración del curso 'La gestión sostenible de los residuos urbanos', que comenzó ayer en Pontevedra y cuya dirección está bajo su responsabilidad.
En la actualidad
se está pasando de un modelo de gestión unidireccional de los
vertederos, ya caducado, a la plena implantación de un modelo circular,
basado en la revalorización de los residuos, en hacer que pasen a ser un
recurso.
Por este sistema,
los 39 ayuntamientos de la provincia de Pontevedra ahorran en un total
de 1,5 millones de euros en la gestión de residuos como consecuencia de
la separación para el reciclaje y la reutilización de la basura.
-¿ Sigue siendo necesaria la organización de cursos de este tipo para conseguir una buena conciencia medioambiental?
-A
pesar de que llevamos mucho trabajado y la situación ha cambiado
considerablemente desde hace varios años, todavía queda un camino muy
largo para lograr una exitosa gestión de los residuos, tanto desde el
punto de vista económico como medioambiental.
-¿Los ayuntamientos gallegos sacan buena nota en la gestión de residuos y en reciclaje?
-
El vaso siempre se puede ver medio lleno o medio vacío. En general, la
valoración es positiva, porque se ha avanzado mucho desde que se aprobó
el Plan Gallego de Gestión de Residuos Urbanos 2010-2020. Sin embargo,
es cierto que existen municipios que destacan por su buena gestión, como
puede ser Vigo y varios ayuntamientos de la provincia de Ourense, y
otros que se quedan atrás.
La ciudad
de Pontevedra también está trabajando duramente para conseguirlo y el
hecho de que se organicen cursos como estos es una buena señal.
-¿Qué es lo que falta por hacer?
-En
primer lugar, es necesaria más concienciación ciudadana. En el último
año hemos contabilizado hasta 20.000 bolsas amarillas, pero esto no es
suficiente en proporción con la población.
En
segundo lugar, resulta fundamental mantener la colaboración entre
diputaciones, ayuntamientos y Sogama, que está funcionando de manera
favorable y que permite complementar ideas y soluciones.
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