"Chámanos todo o mundo, pero quen nos ten que chamar, non o fai". Esa es una de las muchas quejas de Carla Carballo, una de las afectadas por el posible desahucio de la Sareb –popularmente conocido como el banco malo– a los inquilinos de un edificio en Barro tras adquirir ocho pisos, un ático y un bajo comercial en una subasta realizada en 2019 para solventar la situación de insolvencia del promotor del edificio.
Los afectados por esta situación, con la que llevan lidiando desde hace dos años, se concentraron ayer ante el inmueble para reclamar una vez más de forma pública a la Sareb soluciones ante un futuro desahucio. Non somos okupas!, O Sareb é unha mafia, Sareb queremos unha solución o Solo pedimos vivir e traballar dignamente son algunos de los mensajes que agarraban ayer los inquilinos que, ante la falta de respuestas por parte del banco malo, acudirán este viernes a la Subdelagación de Pontevedra para solicitar una reunión con la misma subdelegada, Maica Larriba. "Se a nós non nos fan caso, a ver se a ela si", expresaba Carla, firme en su decisión de no abandonar su bajo comercial bajo ninguna circunstancia.
"Somos tres veciños os que estamos convencidos de que non nos imos a ir a ningún lado. Que nos boten á forza se queren", manifestó la afectada, que no ve otra solución viable para que les escuchen más que hacer pública su situación. "Cando vimos que o avogado nos dicía que contra a xustiza non tiñamos nada que facer, decidimos recorrer aos medios", conto. Con la intención de mantener viva su protesta, el próximo viernes, 10 de febrero, los afectados organizarán una nueva concentración, más dimensionada, que empezará en el mismo edificio, ubicado en el núcleo urbano de San Antoniño, y finalizará en la Praza do Concello de Barro.
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