La Audiencia de Pontevedra ha absuelto a un vecino de Barro que, en su día, fue condenado a tres años de prisión por abusar sexualmente de su hijastra. A la hora de imponer esta condena, el Juzgado de lo Penal capitalino tuvo en cuenta la existencia de una agravante de reincidencia, toda vez que el acusado ya fue condenado en 1994 a cuatro años y dos meses por agresión sexual.
Los magistrados pontevedreses reconocen que les sorprende que la juez «no analice la parquedad de la declaración de la menor acerca de los tocamientos que manifiesta que efectuó el acusado», sobre todo teniendo en cuanta que los abusos habrían comenzado cuando la adolescente tenía 7 años y se habrían extendido durante ocho años. Además, se alude a una serie de contradicciones en las que incurrió la menor y que descartan que pueda tratarse de una mera confusión.
Esto les lleva a concluir que «la declaración de la víctima, no reúne elementos de verosimilitud suficientes para constituir prueba hábil que desvirtúe la presunción de inocencia que ampara al acusado».
Noticia publicada en La Voz de Galicia.
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