Tras su fugaz paso por el servicio de urgencias del Hospital Montecelo, Josefine, o Josefa como la llaman la mayor parte de sus allegados, regresó el mismo miércoles a su casa de Triabá, en Perdecanai (Barro).
Ayer, nada más trascender lo ocurrido, aseguró a preguntas de La Voz no poder rememorar lo que había ocurrido. «No recuerdo nada porque me quede inconsciente», precisó. Incluso, llegó a manifestar no tener constancia de que su hija la hubiese agredido. De hecho, cuando se le preguntó por ella, su respuesta fue: «Mi hija no está en casa»
-¿Pero sabe si sigue detenida?
-¡Ay! No lo sé -respondió parapetada tras una ventana de la segunda planta de la vivienda al tiempo que pedía que no la inmortalizasen en fotografía porque «yo no soy una top model».
En cuanto a su estado de salud, Josefine Outón Castro precisó que «hoy he podido dormir algo y ya me encuentro bien».
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