La pericia del piloto evitó la tragedia y salvó la vida de los cuatro ocupantes
El accidente aéreo ocurrido el pasado 26 de octubre en Barro, que provocó heridas graves a los cuatro ocupantes de una avioneta, se debió a la "incorrecta gestión de combustible durante e l vuelo, que condujo al agotamiento del carburante del depósito con que se alimentaba el motor y que produjo su parada". Así se concluye en el informe técnico final sobre este accidente elaborado por la Comisión de Investigación de Aviación Civil (CIAIAC). El documento puntualiza que "no se ha encontrado ninguna otra evidencia que pudiese explicar la parada del motor". Se descarta una avería mecánica y se atribuye el siniestro "a una estimación errónea del volumen de carburante en la inspección prevuelo". La aeronave y la documentación del piloto estaban en regla.La Piper PA-28R-180 de uso privado, realizó un aterrizaje de emergencia en las inmediaciones de la AP-9 en Barro tras una parada repentina del motor. En la maniobra, la pericia del piloto evitó una tragedia. A bordo viajaban cuatro personas, que habían salido media hora antes del aeropuerto de Vigo para realizar una ruta turística por las Rías Baixas. Todos ellos quedaron heridos de gravedad. El piloto era Sergio Lloves Castro, de 50 años y vecino de Redondela, padre del portero del Pontevedra Club de Fútbol. Los pasajeros eran Alberto Sánchez Alonso, de 43 años, vecino de Porriño; Josefa Estévez Calvo, de 41 años, también de Porriño; y Beatriz R. M., de 52 años y vecina de Vigo.
El avión salió sobre las 11.20 horas y a las 11.28 "se produjo la última comunicación". Treinta minutos después tuvo lugar el accidente cuando el piloto "percibió que el motor perdía potencia y se paraba". El piloto, según el informe, "cambió la llave de combustible al depósito del lado izquierdo e intentó arrancar sin éxito. Seguidamente volvió a cambiar la llave al depósito del lado derecho". Al no conseguir arrancar la avioneta, se preparó para aterrizar. Los técnicos comprobaron que el sistema de combustible del depósito de la izquierda disponía de poco más de la mitad de su capacidad, unos 53 litros, mientras que en el de la derecha había un volumen inferior a la no utilizable.
http://www.farodevigo.es/sucesos/2015/05/08/incorrecta-gestion-combustible-provoco-accidente/1235564.html
La investigación final señala que "las únicas comunicaciones registradas con la aeronave fueron las establecidas entre la torre de control de Vigo y la avioneta hasta que esta abandonó la zona de control. Posteriormente ya no hubo comunicación alguna, ni siquiera declarando emergencia", quizás debido a la rapidez con la que se produjo el fallo y el accidente. Se alerta de otra anomalía en cuanto al "número de personas a bordo" descrito en el plan de vuelo. Al respecto la investigación reveló que "el plan de vuelo presentaba diferencias en su contenido. El número de personas a bordo fue erróneo y no corregido".
A su vez, las medidas de seguridad dentro del aparato eran las correctas, con los sistemas apagados y con los ocupantes haciendo uso de los cinturones de seguridad, si bien "el extintor de incendios se encontró suelto en la cabina, sin un adecuado elemento de sujeción, situación anómala que puede provocar riesgo de lesiones y de interferencia con los mandos".
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2015/05/08/comunicacion-declarar-emergencia/1235806.html
La investigación oficial detalla todo la actividad de la avioneta en aquel día, así como las inspecciones previas y la documentación del aparato y del piloto. Este último "disponía de una licencia de piloto privado y certificado médico en vigor". Sus "horas de vuelo totales ascienden a 492". Por su parte "la aeronave disponía de un certificado de aeronavegabilidad en vigor, que expiraba el 26 de febrero de 2015. Asimismo, los registros de mantenimiento eran conformes al programa aprobado". De hecho, la última revisión de la avioneta se había realizado 23 días antes del accidente, el 3 de octubre. Se trataba de una inspección "de cien horas, cuando la aeronave tenía 7.881 y el motor 626 horas desde la última revisión general".
Tras ejecutar las maniobras y procedimientos habituales en este tipo de vuelos, la avioneta contactó con la torre de control a las 11.18 y despegó. Durante los 36 minutos de vuelo antes del accidente, la ruta desde Peinador discurrió hacia Cíes, que fueron rodeadas por completo y desde allí, sobrevolando la boca de la ría de Pontevedra y Sanxenxo, se hizo un recorrido similar en torno a la Illa de A Toxa. Después enfiló hacia Cambados y en interior, hasta que el fallo obligó a intentar, sin éxito, el aterrizaje en el polígono de Barro-Meis.
http://suscriptor.farodevigo.es/portada-pontevedra/2015/05/08/documentacion-piloto-aeronave-regla/1235807.html
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