El diseño elegido por Fomento para ampliar la A-57 desde Pontevedra hasta el nudo de Curro no solo es el más económico de todos los estudiados, sino que, además, es el «mejor en cuanto a afección a los planeamientos municipales». Y eso que las previsiones de los técnicos en lo que se busca sea una alternativa real a la autopista AP-9 pasan por construir un total de veintidós estructuras en los poco más de diez kilómetros que mide la distancia entre Pilarteiros y el macronudo de Curro.
El estudio informativo, que ya se puede consultar tanto en la demarcación de carreteras de Pontevedra como en el concello capitalino y en los de Meis
y Barro, alude a que se levantarán tres viaductos, el mayor de los
cuales tendrá menos de cincuenta metros de altura y un vano de cien
metros de máximo. Asimismo, se han previsto dieciséis pasos superiores -once de ellos sobre caminos- y tres pasos bajos, de los que dos se corresponden con enlaces con la N-550 y estarán ubicados en el kilómetro seis de esta nueva infraestructura.
Viaductos sobre el río
De este modo, el trazado previsto discurre en sus
primeros tramos por el margen Este del río Verducido. En la memoria se
hace referencia que, antes de abandonar el municipio de Pontevedra y adentrarse en Barro,
la A-57 salta este río, así como el Rons mediante sendos viaductos de
280 y 560 metros de longitud. Uno de los aspectos que se destaca en el
citado documento es que se ha optado por un itinerario que tenga escasa
afección sobre propiedades particulares.
En cuanto a la incidencia medioambiental, Fomento
sostiene que es el trazado más benigno con la red hidrográfica de la
comarca y el que menos afección tiene sobre la vegetación, los hábitats y
corredores de la fauna.
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