Fomento estima que en su primer año acogerá entre 8.000 y 13.000 coches al día, pero llegará a 18.000 en una década
La futura autovía A-57 entre Pontevedra y Vigo podrá absorber, una vez que se ponga en servicio, alrededor de 25.000 vehículos diarios, lo que supone aproximadamente el 30% de los 85.000 coches que a día de hoy circulan por ese corredor a través fundamentalmente de la N-550 y la Autopista del Atlántico. Estos cálculos son muy parecidos a los que el Ministerio de Fomento maneja para el último de los tramos presentados, la prolongación al Norte de la A-57 para enlazar Pontevedra y Curro (Barro), un vial de 10 kilómetros cuyo estudio informativo acaba de ser expuesto al público.
En este corredor Norte han tres viales importantes: la AP-9, que utilizan a diario unos 24.000 coches entre la capital y Caldas; la N-550, con algo menos de 19.000 vehículos en las proximidades de Pontevedra, que baja notablemente en tramos más al Norte; y la PO-531, una de las carreteras autonómicas más saturadas de la provincia, con más de 18.000 automóviles cada día. Son por tanto unos 61.000 coches los que circulan cada jornada por este corredor y la A-57 en proyecto aspira a absorber en su primer año de funcionamiento el 30% de esos flujos, según los cálculos de Fomento.
En estas estimaciones se ha optado por dividir la futura autovía en dos tramos, uno entre la PO-223 (la carretera de Campo Lameiro y la N-550) y el otro desde este último punto hasta el macronudo de Curro. Este segundo tramo es el que presenta un mayor índice de uso, ya que en el primer año se calcula que lo usarían 13.464 vehículos, 1.500 de ellos pesados, pero al cabo de una década serían unos 18.000. En cambio, en el tramo que atraviesa Xeve y Verducido las cifras serían mucho menores: 8.471 el primer año, con apenas 900 vehículos pesados, y que solo subiría a 9.800 al cabo de diez años. Eso sí, en el estudio informativo no se aclara un posible calendario de ejecución de la A-57, ni de la prolongación hasta Barro ni del resto de tramos al sur de la ciudad ni tampoco de la circunvalación de Pontevedra. Solo se apunta, como hipótesis de trabajo, el año 2016 como el primero de funcionamiento, una fecha casi imposible de que pueda ser realidad.
En todo caso, el estudio informativo si justifica de forma absoluta la necesidad de prolongar la autovía al Norte de Pontevedra, para conectar en Curro con la AP-9. Recuerda al respecto que "los proyectos actualmente en redacción definen las obras de los tramos comprendidos entre Vigo y la carretera de la red autonómica secundaria PO-223, a la altura de Pilarteiros (parroquia de Xeve), no existiendo aún aprobación para un trazado que dé continuidad de una manera homogénea al itinerario en el Norte de Pontevedra a través de una vía de alta capacidad". Por ello, insiste en que "la actuación objeto del presente estudio informativo permite cerrar y conectar el itinerario con la Red de Interés General del Estado y mejorar la movilidad por el corredor Vigo-Pontevedra, planteando alternativas en las que se suprimen las heterogeneidades producidas por existencia de travesías, limitaciones de velocidad y por los cruces a nivel regulados, con lo que se mejora la comodidad y seguridad vial para los usuarios, y se disminuyen los tiempos de viaje, independizándose los tráficos de largo recorrido de los de corto recorrido y de agitación".
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