Louzán ha justificado esta equiparación en las diferencias entre municipios limítrofes, con diferencias muy acusadas, "en algunos casos del 100%", ha dicho.
No ha explicado cómo se realizará esta equiparación, pero ha reconocido que "ningún ayuntamiento piensa en bajar las tasas" y ha puesto como ejemplo a Barro, donde subió de seis a 60 euros, según sus datos.
El presidente provincial ha señalado que la Diputación, a través del Organismo Autónomo de Gestión de Recursos Locales (Oral), lleva meses estudiando la cuestión.
Aunque ha dejado claro que la autonomía es de los propios municipios, ha señalado que en el "medio plazo" los 47 ayuntamientos del PP en la provincia llegarán a un acuerdo.
Ha señalado también que el servicio es generalmente deficitario y que "no cubre el 50% del coste", y ha dicho que una gestión mancomunada -que no ha aclarado si será pública o privada- permitiría ahorrar el 50% de los vehículos y el personal.
Ha añadido, no obstante, que los trabajadores serían destinados a otras funciones.
Entre los ejemplos de ayuntamientos similares con tasas diversas ha citado los casos de Arbo y Crecente (15 y 30 euros, respectivamente); Tomiño y A Guarda (15 y 62) o Poio y Vilaboa (108 y 34).
Louzán ha elogiado también la subida del IBI aprobada por el Gobierno central y ha asegurado que no se pretende "crear más carga tributaria" sino buscar la "equidad".
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