Seis de cada diez euros de la deuda que soporta Sogama, la sociedad que gestiona los residuos urbanos en Galicia, corresponden a concellos de la provincia de Pontevedra. La petición del Partido Popular cursada a sus alcaldes el pasado martes para que apliquen una subida generalizada al recibo de la basura camina en dos direcciones: dar mayor liquidez a los concellos, gracias a una mayor recaudación, y evitar que esta deuda siga creciendo en el futuro gracias a que se alcanzaría un equilibrio entre lo que pagan los vecinos y los costes reales.
Vilaboa, un municipio de 6.024 habitantes, acaba de incrementar su tasa de 34 a 84 euros. La razón, un agujero por el déficit entre costes e ingresos que crecía a un ritmo anual de 250.000 euros. Pero no todos los concellos han acogido bien el plan de homogeneización del coste del recibo que propone el Partido Popular a nivel provincial. En Ponte Caldelas se aplican 65 euros por vivienda y año. Y así se quedará, advierte su regidor, Perfecto Rodríguez. Bueu mantiene un recibo similar, de 67 euros. Pese a que estas tasas son mucho más abultadas que la de Moraña, que cobra 36 euros, sigue lejos de cubrir el coste real del tratamiento de una vivienda media, estimado en 120 euros.
Diluir el impacto fracturando
Ayuntamientos como el de Marín se acercan, con 88 euros al año. El gobierno local ha preferido fracturar en cuatro recibos de 22 euros, uno cada tres meses, el cobro para diluir el impacto entre sus vecinos.
Aunque los alcaldes son reacios a aplicar subidas de tasas ante su impopularidad, la situación actual se hace insostenible. Rafael Louzán, el presidente provincial del Partido Popular, trata de forzarlo consciente de que será mejor cuanto más lejos se haga del 2015, año electoral municipal. Pero la situación apremia. Porque algunos ayuntamientos viven ya absolutamente asistidos.
La Diputación de Pontevedra, también presidida por Louzán, mantiene una operación de crédito de 30 millones con el Banco Santander con el único objeto de facilitar los anticipos durante el 2012 a los 55 ayuntamientos de la provincia que tienen delegada su recaudación en la institución provincial. Una homogeneización de las tasas de la basura al alza supondría un balón de oxígeno vital en tiempos de crisis y consignas constantes desde el Gobierno central en una única dirección: contener el déficit de la Administración pública a toda costa.
La disparidad en los recibos que cobran los concellos de la provincia de Pontevedra es total. Entre los 15 euros del más barato y los 108 euros del más caro, el abanico es total. Una media de todos ellos sitúa en 53 el importe medio. El índice medio queda lejos del coste real del servicio, que no cubren ni los 108 euros del recibo más caro. Procesar la basura que genera una vivienda media supone 120 euros al año.
Datos en euros
Coste real por vivienda y año 120 €/año
Recibo más alto provincia 108 €/año
Concello de Barro: 60 €/año
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