Pese al adverso escenario económico, el polígono de Barro-Meis está logrando atraer a nuevas firmas. Cuatro empresas relacionadas con los servicios han optado por instalarse en el suelo industrial y comenzarán a operar próximamente. Se trata de una firma de hortofruticultura, una empresa de venta de material de ferretería y jardín, una comercializadora de piedra y otra destinada a la distribución de líquidos derivados del petróleo.
La Diputación de Pontevedra, que promueve la superficie industrial situada entre las comarcas de O Salnés y Pontevedra, ha rematado definitivamente 49 parcelas. Se trata de suelo industrial ya completamente urbanizado. Hasta el momento, se han logrado vender en torno al 40 % de las mismas. Las primeras empresas en instalarse afianzan la condición del polígono como lugar apropiado para desarrollar actividad comercial de parque-escaparate, que se destina a la comercialización y exposición de productos, más allá de albergar grandes empresas transformadoras. El precio del metro cuadrado se ha fijado en 147 euros, pero la Diputación ha facilitado fórmulas a las empresas para posponer el pago.
La medida se ha tomado precisamente para tratar de paliar los problemas a los que se enfrentan las empresas ante la falta de liquidez. El presidente de la Diputación, Rafael Louzán, lamentó en este sentido que la finalización del parque empresarial haya coincidido con una época económica adversa, y abogó por simplificar la tramitación de este tipo de iniciativas. De hecho, Louzán reveló que desde que se comenzó a tramitar el macropolígono hasta ahora, que se han comenzado a instalar las firmas, han transcurrido doce años.
Las parcelas vendidas suman 85.000 metros. Hay medio centenar todavía a la venta, todas ellas en el sector del polígono correspondiente a Barro. Los dos sectores en el término municipal de Meis suman 440.000 y 236.000 metros cuadrados, mientras que el de Caeiro suma otros 700.000 metros cuadrados.
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