Ambos viales se mantienen como los más saturados de la red autonómica provincial pero los proyectos para la mejora de su seguridad vial continúan atascados
Las carreteras PO-308 entre Pontevedra y Poio, y la PO-531, entre la capital y Curro (Barro) se mantienen como los viales más saturados de toda la red autonómica en la provincia, pese a que 2011 ha sido el año con menor densidad de tráfico en ellos. La circulación por estas dos carreteras ha caído un 12% en los últimos cinco años, toda vez que la cifra actual ronda los 18.000 vehículos diarios, cuando 2006 finalizó con casi 21.000.
Este descenso, que se pone de manifiesto en el Plan de Aforos que acaba de hacer público la Consellería de Medio Ambiente, es general en la mayor parte de la red autonómica. Este documento hace referencia a un "descenso del -2,6 por ciento para el global de Galicia, frente al +1,2 por ciento registrado en el periodo 2009-2010", mientras que por provincias, "el descenso mayor se registró en la de Pontevedra con un -2,9 por ciento".
En concreto, la PO-308 soportó el pasado año una media de 18.587 vehículos diarios, según la estación situada en Poio, lo que la convierte en la más utilizada de la provincia, adelantando a la carretera de Vilagarcía, que encabezó ese ránking en los dos años anteriores. No obstante esa cifra se ve ampliamente superada en los meses de verano, puesto que este vial es uno de los principales enlaces desde Pontevedra hacia las playas del Norte de la ría. En agosto de 2011 se alcanzaron los 22.308 coches diarios y es el viernes el día de la semana con mayor densidad de tráfico. Por contra, en diciembre apenas se superaron los 16.000 vehículos cada jornada y son los domingos los días de menos actividad.
Esta PO-308 registra a lo largo de todo el municipio de Poio una intensidad elevada, ya que la estación de Poio contabiliza 18.587 vehículos, y la de Combarro llega a 17.190. Sin embargo, cada vez es menos utilizada para acceder a Sanxenxo, sobre todo desde la apertura de la autovía do Salnés. Así, en Sanxenxo sólo se contabilizan 11.969 vehículos al día y la cifra baja drásticamente a 5.139 en Portonovo.
Por su parte, la carretera de Vilagarcía alcanzó el pasado año una media de 17.966 vehículos, cuando cinco años atrás eran más de 20.800. El mes de agosto también es el de mayor intensidad, con cerca de 20.000 coches. Pese a que estos dos viales son los de mayor uso en toda la provincia dentro de la red autonómica, los dos viejos proyectos para potenciar su seguridad vial y mejorar sus aceras y otros aspectos, permanecen atascados. En cuanto a la PO-531 en el tramo entre Curro y Pontevedra, la Xunta ya ha admitido que este año no habrá siquiera licitación alguna, aunque si se redacta un proyecto para actuar en la denominada Variante de Alba. La "humanización" de la PO-531 procede ya del anterior gobierno gallego, cuyo diseño nunca convenció a los vecinos. Con un proyecto ya consensuado cuatro años después. Las obras carecen de fecha. En cuanto al tramo de la PO-308 por Poio, el más saturado de la provincia, las demandas y protestas municipales y vecinales no han conseguido acelerar un plan específico de actuación.
Fomento confirma 2,8 millones para completar este año el nudo de O Pino
Aunque las carreteras de Poio y Vilagarcía son las más saturadas de la red autonómica, el principal "punto negro" de la circulación en la ciudad es el nudo de O Pino, con más de 35.000 vehículos diarios y que es de titularidad estatal. Con constantes atascos durante años, el Ministerio de Fomento comenzó hace meses su remodelación integral y en la actualidad se afronta la recta final de las obras. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado, que confirman la reserva de 2,8 millones de euros para completar la ejecución. Los años 2013 y 2014 cuentan con consignaciones similares.
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