PSOE y nacionalistas mantienen el diálogo para establecer un posible pacto | La investidura llega en plena Festa do Viño

Aunque no eran previsibles sorpresas, el pleno de investidura de ayer en Barro era uno de los que más morbo tenía, a priori, en la comarca. Xosé Manuel Fernández Abraldes (BNG) había perdido la mayoría absoluta de la que gozaba hasta ahora. La irrupción del exalcalde del PP José Antonio Landín Eirín, ahora en el partido independiente Xuntos por Barro (dos ediles), trastocó el panorama municipal del municipio, sobre todo en las filas del PP, que se quedó con un concejal. Abraldes (cinco concejales) contaba en principio con el apoyo de los tres ediles del PSOE para mantener el bastón de mando, a la espera de “pulir algunas cosas sobre el reparto de áreas” para formar una coalición de gobierno.

No obstante, al ser la formación más votada en la jornada electoral del 28 de mayo, no fue necesario recibir ningún voto externo en el pleno de investidura de ayer. De hecho, Abraldes revalidó el bastón de mando con los únicos apoyos de sus compañeros de formación. El resto de partidos votó en blanco, incluido el PSOE de José Sanmartín.

Durante las jornadas posteriores al 28-M se sucedieron las declaraciones y posiciones que ponían en la picota la reelección de Abraldes, con el exalcalde Landín Eirín como gran “animador” del debate, ya que incluso ofreció al PSOE un pacto con su formación independiente, Xuntos por Barro, que propiciaría una alianza de cinco ediles, los mismos que el BNG. Sin embargo, al tratarse de un acuerdo no contemplado por los socialistas y necesitar además del apoyo del único edil del PP, Eduardo Ruadas, la maniobra tenía pocos visos de salir adelante.

Por su parte, el socialista José Sanmartín tampoco garantizó ningún apoyo expreso a Abraldes, alegando la actitud del alcalde hacia el PSOE en el mandato que acaba de terminar.

Finalmente se optó por una solución sin compromisos, en las que nadie apoyó al BNG, pero tampoco se rechaza de plano, todo ello, además, en medio de una de las fiestas más arraigadas y populares de Barro, la Festa do Viño, que rinde homenaje al grupo de danzas Amor Ruibal de Barro en el 40 aniversario de su fundación. Tras los torneos de fútbol y tenis y concierto de la Coral Polifónica de Barro y los grupos Peñaflor y parroquial de A Portela de ayer, la fiesta llega hoy domingo a su “día grande”, en la que está programada a mediodía la novena Xuntanza de Vespas, Lambrettas y motos clásicos.

A las 10.30 horas se celebran las catas de albariños Rías Baixas y caseros y el Pazo da Crega será escenario a las 13.30 horas de la entrega de premios, a la que seguirá a las 15 .00 horas el “xantar” de la fiesta. 

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