Los trescientos participantes en la Pontevedrada recorrieron los 63 kilómetros hasta Santiago sin incidentes reseñables
El objetivo era concienciar a la población de la 
donación altruista de sangre, órganos y tejidos para salvar vidas. Y los
 más de 300 marchosos que participaron este fin de semana en la Pontevedrada, lo cumplieron.
La marcha nocturna solidaria por el Camino de 
Santiago, que partió el sábado a las ocho de la tarde de la praza 
pontevedresa de A Ferrería, llegó al Obradoiro compostelano el domingo 
por la mañana, después de recorrer 63 kilómetros sin incidentes 
reseñables durante la caminata, salvo algún que otro pinzamiento, un 
demayo sin consecuencias y las inevitables ampollas, que el apoyo 
logístico de una ambulancia, osteópatas voluntarios se ocuparon de 
solventar. También hubo algunos abandonos,  que contaron en el apoyo de 
varios coches escoba.
Siguiendo las indicaciones de los organizadores, 
cada marchoso iba bien pertrechado con reflectantes, linternas y pilas 
de repuesto, los teléfonos móviles bien cargados, bebida y alimentos 
ligeros, ropa de abrigo y chubasqueros, bastones de trekking,  calzado y
 calcetines de repuesto y un pequeño botiquín.
Efectuaron varias paradas de descanso y refrigerio en Barro, Caldas de Reis, Pontecesures y Padrón,
 y por las localidades por las que pasaron le fueron saliendo al 
encuentro miembros de Protección Civil de los distintos concellos para 
garantizarles la seguridad en los tramos más complicados del Camino, por
 donde discurre pegado a la carretera general.
Gente de todas las edades
Entre los participantes había de todas las edades
 y procedentes de distintos puntos de Galicia, incluso de fuera. El 
caminante más longevo fue un pontevedrés de 63 años afincado en Suiza 
que se animó a sumarse a la Pontevedrada animado por un primo suyo. Y 
entre los más jóvenes, una niña de 14 años que estaba acompañada por su 
tía.
A la Pontevedrada también se sumaron el conselleiro de Presidencia,  Alfonso Rueda Valenzuela, y el portavoz del grupo municipal de Partido Popular, Jacobo Moreira. Y en la marcha destacó, además, un grupo de soldados de la base de la Brilat de Figueirido.
Los primeros tocaron meta a las 8.00 horas
El colectivo Amigos da Fervenza da Barosa y 
varios locales de hostelería unieron sus esfuerzos para que las paradas 
técnica fueran lo más cómodas posible. Pero la marcha contó con otros 
muchos colaboradores, desde el Concello de Pontevedra hasta el Centro de Transfusión de Galicia, la Oficina de Coordinación de Transplantes y Osteópatas Sin Fronteras (Osfron).
Los participantes fueron llegando escalonadament a la praza do Obradoiro. Los primeros tocaron meta a las 8 de la mañana y los últimos sobre las 13.30.
 Después se reunieron en el Hostal de los Reyes Católicos para efectuar 
un sorteo de obsequios entre todos los marchosos y el regreso a 
Pontevedra lo hicieron cada uno por su cuenta.
Este es el tercer año de la Pontevedra, una iniciativa que impulsaron Raúl Álvarez y Miguel Martínez
 y que está inspirada en la Valvanerada, una marcha similar que desde 
hace años se celebra en La Rioja. En este pequeño reto nocturno se 
mezcló la solidaridad con el espíritu de superación.
 http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2013/04/29/marcha-donacion-organos-cumple-objetivo/0003_201304P29C8991.htm
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