El conselleiro de Infraestruturas cree que el descenso de usuarios en la AP-9 se debe a la crisis, porque tiene un tráfico cautivo por la ausencia de alternativa libre de peaje. «Es tan lamentable como eso», matiza Hernández, que pide a Fomento una planificación global que aborde aspectos como el cobro en autovías.
- El peaje de la AP-9 se ha encarecido un 30 % en 10 años.
-Bueno, hay una autopista que tiene un contrato con unos incrementos que hay que aplicar cada año. Es un modelo heterogéneo, injusto porque crea desequilibrios en Galicia y España. Creo que es el momento de plantearse un modelo global, equitativo, que sea sostenible en el tiempo y permita mantener las carreteras de forma correcta.
-¿Propone entonces romper con el modelo de autopistas de peaje y autovías libres?
-El problema es que tenemos carreteras libres, autovías sin peaje, autopistas de peaje, autovías con peaje en la sombra, etcétera. Y eso es un caos. En Cataluña llevan años pagando peajes, y es una discriminación con otras zonas, como Andalucía. Asturias se comunica con la Meseta pagando peaje. Nosotros tenemos el acceso gratuito a la Meseta, pero tenemos que pagar entre A Coruña y Vigo, mientras los asturianos se comunican gratis entre Gijón, Avilés y Oviedo. Esto no es equitativo.
-Esa propuesta suena a incorporar el peaje a las autovías.
-No lo tenemos planteado. El ministerio debería hacer alguna planificación. Y está el tema de la euroviñeta, atender los requerimientos de la UE de internalizar los costes del transporte por carretera. Esto va en la línea de intentar sacar mercancía de las carreteras y meterla por ferrocarril. Es un tema complejo.
-¿Y sería justo pagar en las autovías de salida a la Meseta a cambio de moderar las tarifas en el corredor atlántico?
-Lo justo es hacer un análisis global y buscar la mejor solución y más sostenible. Creo que el sistema actual es insostenible.
-¿La pérdida de usuarios en la AP-9 tiene que ver con ese incremento de las tarifas?
-Es consecuencia de la disminución de la actividad económica. La captación es la misma, porque la AP-9 tiene un tráfico cautivo porque no tiene alternativa. Es tan lamentable como eso. A nadie se le ocurre ir por la carretera convencional para ir entre Pontevedra y Vigo, o para ir de A Coruña a Santiago.
-Pero es una de las vías de pago con menos bonificaciones de España, lejos de otras del Mediterráneo y del sur.
-En el programa electoral del 2009 llevamos una reformulación de la AP-9. Es un tema complicado, pero el eje atlántico hace 30 años no era lo que es ahora y hay que reflexionar sobre las conexiones de la AP-9 con el territorio y la aplicación de tarifas.
-La AP-9 está amortizada, pero cualquier reformulación está sujeta a un contrato que expira en el 2048. ¿Fue un error ampliar esa concesión?
-Esa decisión hizo posible hacer libre de peaje Rande-Puxeiros y Fene-Ferrol. Dos tramos caros y complicados. Y permitió que el Estado tuviera un ingreso con esa privatización. -
¿La ampliación de Rande, si finalmente se ejecuta, será con cargo a otra subida del peaje?
-Fomento decidió en su momento unas obras con un incremento de tarifa hasta el 2048. Se podría analizar una modificación de la ley o una inversión diferente, también con cargo a tarifa. Hay muchas opciones, pero compete al ministerio.
- Hablaba de la penalización por la falta de alternativa sin peaje a la AP-9. ¿En qué quedó el plan de conectar las autovías con circunvalaciones urbanas?
-Hay varios estudios informativos del ministerio que pasaron de esa fase. Y seguimos defendido la A-57 como la autovía prioritaria, porque la tercera ronda mejora el acceso a A Coruña. Pero la alternativa libre de peaje que hace falta es la conexión del nudo de Curro hasta Vigo.
-Parece que no son tiempos de proyectos ambiciosos.
-Hay que ser realistas. La situación presupuestaria impide hacer algunas cosas que en Galicia todavía son necesarias. No podemos renunciar a planificar y plantear alternativas. Otra cosa es que debamos esperar por insuficiencia presupuestaria.
-La AP-53 es una de las vías más caras de España, en su tramo entre Santiago y Lalín.
-Planteamos su transferencia a los anteriores responsables de Fomento y se nos dijo que podría ser. Es una autopista castigada en el peaje por la liberación del tramo hasta Ourense, por el que pagamos un peaje en la sombra. Esto hace que la tarifa sea muy cara. No se entiende que una parte sea del Estado y con peaje, y otra de la Xunta y libre. Ese caos complica la gestión, genera agravios y produce los problemas que menciona en el peaje de Lalín, que hace de efecto barrera para los usuarios.
-¿Alguna gestión con el nuevo equipo de Fomento?
-No. Sí sobre la AP-9, que el ministerio está analizando.
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