La Autovía do Salnés (AG-41) recupera a partir de mañana la conexión directa con la autopista AP-9 y, con ello, la normalidad en lo que al tráfico se refiere. El tramo de Curro se reabrirá a la circulación después de dos meses de obras, lo cual obligó a desviar el tráfico por la PO-300. La medida ocasionó las lógicas molestias, tanto a los usuarios de la autovía como a los vecinos de de Mosteiro (Meis) que vieron incrementanda notablemente la densidad del tráfico en las calles de este núcleo rural.
Pero, además de obligar a dar rodeos, estos desvíos propiciaron el pasado domingo por la tarde atascos kilométricos en la autovía, coincidiendo con la salida de los coches de las playas de Sanxenxo y O Grove.
El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, acudió ayer a Curro para anunciar que esta situación no volverá a repetirse, no sin antes pedir «desculpas» a los usuarios por las incidencias padecidas en estos dos meses de obras.
Mañana por la mañana la autovía recuperará su trazado habitual en Curro, lo cual permitirá acceder sin problemas a la autopista AP-9, la carretera PO-531 Vilagarcía-Pontevedra y la PO-300 en dirección a Cambados. Hernández señaló que, una vez que concluyan los trabajos que se están ejecutando actualmente con el extendido de la capa de rodadura entre el tramo que va desde el enlace de Curro y la autopista, la autovía entroncará con la autopista en el mes de julio a través de un enlace con cuatro carriles, dos en cada sentido.
«Esta posta en servizo contribuirá a reducir os problemas de retencións que tradicionalmente presentou a conexión entre a AP-9 e a autovía do Salnés nos meses estivais», según explican desde la consellería. Era precisamente la conexión con la autopista uno de los tramos más complicados desde el punto de vista circulatorio pues, tal y como estaban distribuidos los carriles, daba lugar a confusión entre los conductores.
El nudo de Curro abre mañana al tráfico, pero las obras continuarán hasta el mes de agosto. En todo caso, matizó el conselleiro, solo afectarán a los ramales secundarios y no al tronco principal de la autovía.
Agustín Hernández aludió ayer a la «importancia» que tiene esta obra desde el punto de vista de la vertebración del tráfico del área industrial de Pontevedra con las vías de alta capacidad. El nudo de Curro incluye no solo conexiones a la autopista y las actuales vías en servicio sino que también tiene enlaces, a varios niveles, para las futuras autovías Pontevedra-Vilagarcía (AG-47) y la autovía Pontevedra-Vigo (A-57) y un enlace, de menores dimensiones, para mejorar la intersección entre la PO-531 y la parroquia de Curro.
La construcción de este entramado viario entre los municipios de Meis y Portas se prolonga ya desde hace meses y supuso una inversión de 39 millones de euros.
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