Louzán presenta a los vecinos el proyecto de ensanche de la carretera Mane-Rebón

A. B. > MORAÑA

La Diputación de Pontevedra acometerá obras de ensanche y mejora del trazado de la carretera Mane-Rebón, con el objetivo de mejorar la seguridad viaria y la comunicación con Moraña, Brro, los Milagros de Amil y Pontevedra. Así lo anunció ayer el presidente del ente provincial, Rafael Louzán, durante una visita a la parroquia de Rebón en la que presentó a los vecinos el anteproyecto de las obras, acompañado por la alcaldesa, Luisa Piñeiro, y por el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís.Los trabajos, que afectan a la carretera provincial PO-0503, incluirán una modificación del actual trazado entre los lugares de O Parañés y O Vexildo, en un trecho que ocupa 912 metros de largo y que actualmente atraviesa el pueblo, de forma que son varias las viviendas que se encuentran pegadas al borde de la calzada.
El nuevo trazado supondrá la eliminación de numerosas curvas y hará posible conseguir un ancho de 9 metros, que de otra forma no se podría alcanzar debido a la proximidad de las viviendas y, también, a la presencia del Pazo y de la capilla de San Roque, que se sitúan uno a cada lado de la carretera, lo que impide el ensanche de la calzada sin que resulten afectados. El presidente de la Diputación destacó que esta obra es necesaria y que estuvieron estuvieron estudiando dos o tres alternativas de trazado, hasta encontrar el que, de acuerdo con vecinos y técnicos, se considera más adecuado.
El nuevo vial tendrá un ancho de 9 metros, con dos carriles de 3,5 y aceras de un metro cada una.
Iglesia de San Pedro > Además de analizar el nuevo trazado de la carretera con la alcaldesa de Moraña, María Luisa Piñeiro, y con los vecinos de la localidad, Rafael Louzán visitó la iglesia de San Pedro de Rebón, en la que están realizando obras de mejora que cuentan con una ayuda económica de la Diputación de 20.000 euros, además de la colaboración vecinal y de la Comunidad de Montes.
Las obras del templo religioso parroquial permitieron la sustitución de toda la cubierta, evitando así las numerosas goteras que se producían en el interior de la iglesia debido a los enormes daños que presentaba el tejado; el cambio de puertas y ventanas y otros trabajos de reforma interior, sobre todo de carpintería; así como la limpieza exterior de la piedra del inmueble.