Este proyecto del Gobierno local de Landín, había sido paralizado a la llegada del bipartito a la Xunta, pero a principios de año pudo ser retomado tras sufrir diversas modificaciones y, de este modo, reconvertir el espacio, una referencia ambiental y paisajística del municipio, y adaptarlo a su gran afluencia de visitantes. El principal cometido de los trabajos es ampliar el espacio para aparcamiento, dotar el entorno de más sendas y construir un puente sobre el cauce del río Agra.
Así, en la gran zona ajardinada que linda con el vial ya se ven los nuevos árboles y los senderos circulares y se adivina el césped brotando de la tierra, una imagen muy distinta de la escombrera de meses atrás, durante la paralización de los trabajos.
Los vecinos de Barro, los peregrinos que cada día recorren el Camiño de Santiago y todos aquellos que circulen por la carretera N-550 a la altura del parque natural de A Barosa, en Barro, son testigos de primera mano del cambio experimentado por este espacio debido a las obras de rehabilitación de su entorno que se están ejecutando desde el pasado mes de febrero y que ahora entrarán en su recta final.
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