Tras las catas de cosecheros del pasado sábado, ayer le tocó el turno al albariño Rías Baixas, protagonista de las degustaciones que se realizaron durante la mañana.
A las mismas asistieron catadores del Consello Regulador y miembros de la Orden do Lagariño.
Posteriormente tuvo lugar en la capilla de San Antonio-San Marco la misa cantada por la Coral Polifónica de Barro, a la que siguió la sardiñada y las degustaciones.
Todos los asistentes fueron invitados a degustar gratuitamente el tradicional plato y acompañarlo de los sabrosos vinos cultivados en la provincia.
Tampoco faltó la música, que corrió a cargo de la Charanga NBA, ni los bailes, interpretados por el grupo de danzas Amor Ruibal de Barro.
Cientos de personas se dieron cita en el Pazo da Crega y sus inmediaciones para probar los vinos, degustar las sardinas o solicitar en los estands otros pinchos con los que acompañar los caldos de Rías Baixas.
Desde el pasado viernes han sido cientos las personas que pasaron por Barro para participar en alguna de las numerosas actividades organizadas en esta 32 edición de la fiesta, que contó con la participación de 22 bodegas.
Éstas presentaron 29 vinos que pudieron degustarse en la cata celebrada ayer. A mayores, los asistentes tuvieron oportunidad de probar caldos que no salen a la venta o que al menos no forman parte del catálogo de las grandes distribuidoras.
Entre las novedades de la fiesta de este año, la presencia de vinos tintos de la denominación Rías Baixas, una sorpresa que protagonizaron cinco de las marcas que presentaron sus vinos en Barro.
Todos los vinos presentes en la fiesta salieron a la venta a un precio inferior al habitual en cualquier restaurante, ya que la idea de la organización era que la crisis no fuese excusa para que los vecinos de la comarca pudiesen disfrutar de los caldos Rías Baixas.
El resto de la noticia en Faro de Vigo.
Os alcaldes de Meis, Barro, Portas e Cotobade,Conselleiro de MATI da Xunta, Presidente da Deputación e veciños de Barro. Foto Yael. |
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