López-Chaves le introdujo hace 35 años en la defensa del patrimonio
«Por mis raíces, habría elegido el entorno de la  iglesia de Fátima, porque nací en la Travesía de Vigo, esquina Asturias,  pero desde el punto de vista gráfico hay poco que hacer porque ya me  dirás que foto le haces a la Travesía», reflexiona Grato Amor, antes de  decidirse por situar su rincón favorito en el Pazo Quiñones de León, «el  pazo de un pueblo, como dijo un día Mari Carmen Parada».
Amor Moreno llegó al estudio y defensa del  patrimonio por casualidad. O quizá, por curiosidad. «Estudié, a finales  de los años 60, en la escuela de turismo San Jorge de Vigo, que  regentaba Ana María Areán, donde tuve como profesor de Derecho Político a  Juan Manuel López-Chaves Meléndez», recuerda. Años después, tras  cumplir con el servicio militar, decidió revisar los orígenes de su  apellido, procedente del Concello de Barro. «Descubrí que yo procedía de  unas casas solariegas de la zona y de un entronque con el apellido  Castro Mosquera, que eran propietarios de una casita solariega en San  Antoniño», añade Grato Amor.
Tiempo después, cuando ya trabajaba en una  sucursal de La Caja de Ahorros Municipal de Vigo, «aquella institución  extraordinaria», López-Chaves padre, que estaba inventariando los pazos y  torres de Galicia, fue a la oficina donde él trabajaba. «Yo me ofrecí a  darle algún dato de la zona que yo había revisado y, al día siguiente,  tenía en la oficina un boletín de suscripción a la asociación Amigos de  los Pazos, con un saluda de él, y hasta ahora», resume el vicepresidente  de Amigos de los Pazos.
Por el camino, se imbuyó de pazos y arquitectura  popular gallega, de heráldica y genealogía. «Tuve que ir aprendiendo  cosas que desconocía, y leer mucho», reflexiona. Pero aún le quedaba  otra vertiente por explorar. «Hubo un momento en que empezamos a  promover los caminos portugueses y, cuando empezamos a promover los dos  que pasan por Vigo, (el de Goián y el de A Guarda), había un vocal de la  junta directiva, Carlos del Río, que se centró en el camino monacal y,  para no hacerlo solo, me pidió que le acompañara», relata Grato Amor.
Homenaje a Ángel Ilarri 
Este año, coincidiendo con el 75 aniversario de  la creación del Museo de Castrelos, Amigos de los Pazos ha pedido que el  gobierno local conceda a la institución la Medalla de Oro de la Ciudad.  Grato Amor cree que debería ir aparejado a un reconocimiento a Ángel  Ilarri. «Hizo una labor inmensa en tiempos casi prehistóricos de este  tema y que nunca se nombra, y yo lo hago siempre, la colección de  escudos del jardín fueron recopilados por él», señala.
Parte de este largo camino paralelo al patrimonio  gallego, Grato Amor Moreno trató de recorrerlo con su familia. «Traté  de compaginar ambas cosas», señala. Con ellos, viajaba los fines de  semana. «La satisfacción que me queda es que, durante ocho años, pateé  media Galicia y mis hijos me acompañaron, así saben ellos lo que es un  hórreo o un peto de ánimas; han conocido una parte importante de Galicia  desde el punto de vista cultural», concluye, orgulloso de su  aportación.
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