Dos heridos en la explosión de Barro se salvaron al saltar por la ventana
Los trabajadores se lanzaron desde 8 metros para escapar de las llamas
Salvaron la vida por su instinto de  supervivencia. Dos de los operarios que resultaron heridos en la  explosión ocurrida el miércoles en una fábrica del municipio pontevedrés  de Barro saltaron por las ventanas de la segunda planta de la empresa,  situadas a unos ocho metros del suelo. «Meu irmán salvou a vida porque  se tirou pola ventá», detalla Manuel, un trabajador del negocio,  Comercial Vilanova, que se dedica a la fabricación de puertas. Manuel  estaba cerca de la puerta de la fábrica cuando se produjo la explosión,  que se saldó con un trabajador muerto y otros siete heridos.
El estallido que provocó el incendio ocurrió en  la caldera que está instalada al lado de las escaleras que dan acceso a  la segunda planta. Quedaron atrapados, y la única vía de escapatoria de  las llamas eran las ventanas.
«Víanselle os ósos das pernas», dijo un hombre que fue en auxilio de un herido
El hermano de Manuel, Alfonso T.C., de 37 años,  permanecía ingresado anoche en el Complejo Hospitalario Universitario de  Ourense, según indicaron fuentes del centro. Su evolución era  favorable. Alfonso fue atendido por una contusión torácica y varias  heridas de carácter superficial. Su otro hermano, que también trabaja en  la nave, resultó ileso. Malherido ya estaba José Carlos F.S., de 41  años, cuando se lanzó por la ventana. Tenía quemaduras de segundo grado  en el 15 % de su cuerpo, y al impactar contra el asfalto fracturó las  dos piernas. Ayer, permanecía grave en la uci de Povisa.
«Víanselle os ósos das pernas», relató ayer un  vecino que acudió a socorrer al percatarse del incendio. «Todos se  queixaban da dor que tiñan», añade.
Otro de los heridos de gravedad, F.C.P., de 45  años, permanecía ayer en la unidad de quemados del Complejo Hospitalario  Universitario A Coruña (Chuac) con quemaduras de segundo grado en el 10  % de su cuerpo. El cuarto herido grave, J.C.P., está ingresado en  planta en el Complejo Hospitalario de Pontevedra. Los otros tres  lesionados recibieron ayer el alta.
Mientras tanto, la única víctima mortal, Juan  Ogando, de 33 años, fue velado ayer en el tanatorio de Moraña, de donde  era oriundo. Varios vecinos señalaron que el operario logró salir de la  nave y regresó para coger unas llaves, aunque los trabajadores que  estaban allí rechazaron tajantemente esa hipótesis.
Los operarios de Comercial Vilanova declararon  ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados. Mientras, agentes  del Seprona recogieron muestras para analizar el impacto ambiental de la  explosión debido al material que había en la fábrica.
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