Por primera vez en la historia, las pontevedresas están a punto de igualar a los hombres en el mercado laboral, pero no se trata de que las contraten más, sino de que a ellos los despiden más
Este 8 de marzo hubiese sido un día importante para las trabajadoras de las comarcas de Pontevedra, Deza, Umia... que por primera vez acarician un índice de empleo semejante a la de los varones (48,08% en el caso de ellas y 51,92% en el de ellos) sino fuese porque este aparente equilibrio no se debe en realidad a que las contraten más, sino a que ellos pierden más empleos. Se trata de la principal conclusión del estudio "As mulleres no mercado laboral de Pontevedra" que presenta Comisiones Obreras con motivo del Día de la Mujer, una jornada que hoy celebrarán numerosas asociaciones, instituciones y organizaciones de la provincia.
Esos concellos suman 253.972 habitantes, de los que más de la mitad (51,58%) son mujeres: hay 8.054 más.
El pasado mes de diciembre 80.995 vecinos de esos 21 municipios estaban dados de alta en la Seguridad Social, el 48,08% mujeres y el 51,92% varones, por primera vez casi un equilibrio en los índices de empleo que, no obstante, no se debe a una mejora del mapa laboral sino, muy al contrario, "a que ha empeorado muchísimo la situación de los hombres, que sean resultados parejos no quiere decir desgraciadamente que sean mejores", señala Pilar Seoane Vázquez, de Comisiones Obreras.
La sindicalista dio ayer a conocer un informe que muestra que entre junio de 2008 y diciembre de 2011 se perdieron en los citados concellos 13.139 empleos, el 76,9% ocupados por hombres (es decir, 10.100 trabajadores menos) y el 23,1% por mujeres (3.039 menos).
Como resultado, la afiliación femenina se reduce un 7,24% y la masculina un 19,36%, de modo que el paro continúa siendo mayor entre las mujeres pero crece menos que entre los varones.
¿La explicación de esta mayor pérdida de empleo masculino? Ellas trabajan mayoritariamente en el sector servicios, mientras que los varones en áreas como la construcción y la industria "que han sido las primeras en perder puestos con la crisis", indica Pilar Seoane, que critica que "hay una segregación ocupacional clarísima, mujeres y hombres no estamos en el mismo espacio laboral".
Y es que un vistazo a las ocupaciones más contratadas en el ámbito femenino en esos 21 municipios durante el pasado año vuelve a poner de manifiesto que nueve de las diez primeras corresponden al sector servicios: camareras (el 23,76% del total); personal de limpieza (el 19,48%); dependientas (19,17%); peonas de industrias manufactureras, (12,46%); cocineras y ayudantes de cocina (11,15%); peonas del transporte de mercancías y descarga (5,71%); empleadas administrativas y atención al público (3,05%); empleadas de servicios de correos (1,96%); monitoras de actividades recreativas (1, 63%) y promotoras de ventas (1,61%).
Como resultado, de los 16.189 contratos formalizados en estas diez principales ocupaciones el 87,53% se encuadra en el sector servicios.
Son además empleos que requieren una cualificación relativamente baja dentro de ese sector, "ocupaciones sin valor añadido, con salarios bajos y sin posibilidades de promoción", resume Pilar Seoane al criticar que la posición de la mujer en el mercado laboral "es claramente desventajosa respecto a la situación masculina".
El mayor porcentaje de mujeres desempleadas se concentra entre los 30 y los 49 años, "un periodo en el que la mujer o bien ha sido madre o atiende a la familia y a dependientes, por lo que tienen más problemas para emplearse", indican los expertos de Comisiones Obreras.
Éstos critican especialmente que "a medida que aumenta la formación menguan las posibilidades de conseguir un empleo, aquellas mujeres con menos estudios se colocan antes que las universitarias, el 68,87% del paro universitario son mujeres".
Y es que la estadísticas muestran un dato preocupante: cuanto menor es el nivel formativo, menores son las diferencias en lo que respecta al paro, pero a medida que se incrementa la formación el desempleo femenino se dispara.
Si se analizan las modalidades de contratación, aparecen dos factores que afectan a la totalidad de trabajadores, hombres y mujeres: la elevada temporalidad, como prueba que apenas el 6% de los contratos suscritos durante el pasado año sean indefinidos, y la estacionalidad, que hace que entre mayo y septiembre aumente la oferta de empleo para decaer posteriormente hasta repuntar alrededor de febrero y marzo.
Las mujeres suscribieron el 68,11% de los contratos a tiempo parcial que se formalizaron el pasado año (16.641), de modo que modalidad de empleo supuso casi el 40% del total de contratos femeninos.
Con todo, Comisiones Obreras aboga por estudiar las causas de esta mayor preponderancia de los contratos a tiempo parcial entre las mujeres: "un 35% afirma que lo que buscaba era trabajar a tiempo completo pero se tienen que conformar con esta alternativa", explica Pilar Seoane, "pero otro 32% se decanta por ella voluntariamente para poder conciliar sus obligaciones familiares y laborales".
La sindicalista aprovechó la presentación del estudio para criticar duramente la nueva legislación laboral y los recortes sociales "que son mucho más lesivos para mujeres que para hombres".
Insiste en que la reducción de medios para atención a dependientes afectará mayoritariamente a las mujeres, al igual que aumento del precio de las guarderías, la promoción de la mobilidad geográfica o que se bonifique de hecho la temporalidad "mientras falta una sola medida que fomente la contratación indefinida".
Comisiones Obreras considera que estas y otras medidas conculcan la Constitución y las normativas de la Unión Europea y las califica de "sencillamente letales" en materia de igualdad.
Conferencias y talleres, hoy, para reivindicar igualdad
Alrededor de medio millón de amas de casa españolas pidieron incorporarse al mercado laboral. Sus maridos habían perdido el empleo o habían visto reducido su salario y ellas buscaban unos ingresos con los que compensar la merma de ingresos familiares. Es una incorporación forzada que se reproduce en épocas de crisis y de fuerte crecimiento del desempleo masculino.
Con todo y pese a la cada vez mayor equiparación en el empleo de uno y otro sexo, "solamente 40 de cada cien mujeres activas disponen de un trabajo, tenemos pocas mujeres con empleo y la mayoría de ellas en el sector servicios", recuerda el sindicato CIG.
Es otra de las centrales que denuncia que las reforma (laboral y de las pensiones) tendrá efectos especialmente negativos para la mujer e invita a participar en la movilización que se celebrará el próximo sábado en Pontevedra, con salida en la plaza de A Ferrería a las 19 horas, como la que habrá al día siguiente en Compostela.
Por su parte, Cruz Roja Juventud conmemorará el 8 de marzo con la campaña "Sigamos caminando por la igualdad". Celebrará talleres de sensibilización en los centros de Mediación Social de Pontevedra, Monteporreiro, Poio y Verducido.
Hoy celebrará en el instituto de Cotobade una actividad de sensibilización y repartirá pegatinas y lazos violetas.
También instalará un estand informativo ante su sede y repartirá lazos violetas de 16,30 a 18,30 horas.
Por su parte, la Asociación Galega de reporteiros Solidarios (Agareso) y la ONG Amarante presentaron ayer en la Facultade de Ciencias da Educación una exposición y un documental que denuncian la situación laboral de la mujer en Marruecos.
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