Los peregrinos tienen que compartir parte del trazado con vehículos motorizados
Los miles de peregrinos que atraviesan la provincia
de Pontevedra de sur a norte siguiendo el Camino Portugués (fueron más
de 45.000 el año pasado), soportan varios tramos en los que la seguridad
vial es prácticamente nula. Se trata de alrededor de media docena de
puntos negros que, a juicio del presidente de la Asociación de Amigos
del Camino Portugués, Celestino Lores, «urxe arranxar canto antes». Las
Administraciones, sostiene el experto, conocen la situación «dende o ano 2007, que foi cando comezamos a denunciar o grave risco dalgúns destes puntos».
La carretera N-550 supone el eje del trazado del
Camino para atravesar la provincia de Pontevedra en dirección a
Santiago, y es la que concentra más puntos conflictivos, aunque no los
más arriesgados. Dicho vial se atraviesa en varias ocasiones, pero no
todas ellas acarrean riesgos. Sucede con cierto peligro en Mos, en
Redondela, en Cesantes, en Arcade o en Caldas, debido a la inexistencia
de pasos de cebra. En Mos incluso hay que salvar una mediana. «O ideal serían pasos soterrados ou elevados», reivindican desde la asociación.
Son mucho más conflictivos los puntos en los que el
trazado de la ruta jacobea hacia Santiago se confunde con la calzada, en
los que no hay bordillo ni acera o, en algún punto, ni siquiera arcén.
Son zonas donde los peregrinos transitan por el mismo espacio que los
vehículos, con el enorme riesgo que eso conlleva.
Los dos puntos más sensibles en este sentido se
encuentran en el término municipal de Pontevedra, en sendas carreteras a
la entrada y a la salida de la ciudad, que son de titularidad
provincial y autonómica, respectivamente.
Por el sur, la llegada a la capital por Tomeza se
hace por un vial provincial que carece de medidas de seguridad para los
peatones. En este caso, la Diputación conoce el problema «dende hai moitos anos»,
apunta Celestino Lores, pero aun no se ha resuelto. Una de las opciones
que se da desde la Administración es que los peregrinos den un rodeo de
1,5 kilómetros por la senda del río Gafos. «Aínda que
normalmente é no tramo final da etapa que sae de Mos o Porriño a que
remata en Pontevedra e facer 1,5 kilómetros máis pode ser unha carga, é
unha boa opción para o verán. Pero no inverno resulta máis complicado
desviarse da ruta marcada», valora el presidente de la asociación.
Siendo el de Tomeza un punto «sensible» en el
trazado, el peor de toda la provincia se encuentra en la parroquia de
Alba. Ahí el Camino Portugués discurre literalmente sobre la calzada. Es
en el puente de San Caetano, un paso tan estrecho que apenas pueden
cruzarse dos coches y un peatón. «O risco aí é o maior. Se hai tráfico é mellor non pasar. Seguimos a esperar por unha solución».
El trazado cruza en dos lugares la vía del ferrocarril
No solo los coches pueden llegar a poner en riesgo a
los peregrinos en su ruta hacia Santiago. También el tren. Hay dos
puntos del trazado del Camino Portugués en los que hay que cruzar las
vías, uno en Mos y otro en Barro. Lo más inaudito es que este último se
encuentra en pleno Eixo Atlántico de Alta Velocidade, con lo que el
riesgo es mayor. En otros lugares, como Padrón, el cruce se resolvió con
pasos inferiores bajo las vías. Eso es lo que demanda la Asociación de
Amigos del Camino Portugués.
«A repercusión mediática dun accidente no Camiño pode ser catastrófica»
Celestino Lores subraya que cualquier cosa que sucede
en el Camino de Santiago alcanza repercusión internacional, y que esto
es especialmente significativo cuando ocurre alguna desgracia. Pone el
ejemplo de una peregrina francesa que fue atropellada mortalmente hace
unos años en O Pino o de la norteamericana asesinada el año pasado en el
Bierzo. En ambos casos, subraya Celestino Lores, las noticias tuvieron
eco mundial, y todavía hoy se sigue hablando de estos casos. «Eses dous feitos illados de entre os milleiros de peregrinos que fixeron o Camiño tiveron unha repercusión amplísima»,
señala el presidente de la asociación pontevedresa. Por eso considera
que es «crucial» que las Administraciones se pongan manos a la obra para
solventar asuntos como la seguridad vial en el trazado de una ruta
jacobea que va a más cada año.
Cien mil peregrinos en el 2021
«A repercusión mediática dun accidente no Camiño pode ser catastrófica»,
sostiene Celestino Lores, que recuerda que se prevé que el trazado que
discurre entre Lisboa y Santiago alcance o ronde los cien mil peregrinos
en el año 2021.
El año pasado, fueron algo más de 45.000 los
peregrinos que pasaron por la provincia de Pontevedra. Solo en la
capital provincial esta cifra de caminantes tiene una repercusión
económica que supera el millón de euros anuales, básicamente en
alojamiento, comida y otros servicios. Lores advierte del riesgo de que «por non coidar certos detalles» se pueda perder esa fuente de ingresos para la provincia.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2016/05/16/alba-tomeza-puntos-negros-camino-portugues-seguridad-vial/0003_201605P16C1992.htm
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