Alberto Sánchez Alonso, de 43 años, viajaba con
su mujer, Josefa Estévez, a bordo de la avioneta que pilotaba su amigo
Sergio Lloves cuando se estrellaron el domingo. Él, que también es
piloto en el Club Aéreo de Vigo, explicó ayer desde su habitación en el
hospital de O Meixoeiro cómo mantuvieron la calma para hacer un
aterrizaje de emergencia en Barro. En su cuarto, está acompañado de
familiares que le dan la enhorabuena por salir sin apenas rasguños. Tuvo
daños en los vasos sanguíneos en la nariz.
-¿Cómo están los cuatro de salud tras el accidente?
-Nos estamos recuperando, estamos todos mucho mejor que ayer. Es un alivio.
-¿Qué fue lo que pasó para que perdiesen altura?
-Falló la potencia del motor durante el vuelo y nos vimos abocados a hacer un aterrizaje de emergencia.
-¿Pidieron ayuda en vuelo?
-Sí, nos pusimos en contacto con la torre de
control del aeropuerto de Santiago de Compostela, con la central de
Galicia. Lanzamos un «mayday» de socorro. Fueron ellos los que activaron
el servicio de emergencia para cortar las carreteras y enviar
ambulancias y bomberos mientras buscábamos dónde tomar tierra.
-¿Qué hicieron después?
-Intentamos controlar la avioneta y nos dirigimos
hacia una zona de naves, no teníamos elección y bajamos hasta tomar
tierra en un terreno abrupto cerca de la autopista, aunque luego fuimos a
parar a una ladera.
-¿Es cierto que «volaron» por encima de la AP-9?
-Sí, porque al bajar a tanta velocidad hasta el
polígono de Barro, cuando las ruedas tocaron el suelo, hubo un «efecto
rebote» y remontamos el vuelo. La distancia era corta, saltamos por
encima de la AP-9 y nos empotramos contra el bosque de eucaliptos.
-¿Cuánto medía la pista de longitud?
-No lo sé, pero desde luego, era un tramo muy corto.
-¿A qué velocidad cayeron?
-No lo sé, no me fijé. Estaba atento a buscar un terreno donde posarnos.
-¿Sintieron pánico durante esos momentos?
-La verdad es que tuvimos nervios de acero, atentos a buscar un sitio dónde aterrizar.
-¿Por qué eligieron el polígono?
-Era lo único que había, no sabíamos que estaba
allí pero necesitábamos un sitio dónde aterrizar. Vimos la pista a vista
de pájaro y bajamos. Lo elegimos para evitar todo tipo de viviendas o
coches. Por suerte, en ese momento no había tráfico.
-¿En qué pensó cuando vio que se iban a espanzurrar contra los eucaliptos?
-No pensé en nada, intentaba mantener la calma.
-¿Llevaban suficiente gasolina en los depósitos?
-Sí, teníamos combustible, ese no era el problema.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2014/10/28/alberto-sanchez-saltamos-encima-ap-9-empotramos-bosque/0003_201410G28P16991.htm
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