La compra de Supermercados Moldes añade músculo a la organización, que precisa trasladar la central logística a Barro-Meis para atender la demanda del negocio
En el sector de la distribución, el tamaño sí que
importa. Los líderes del ramo tienen impreso en su ADN el refrán
popular: «Pez grande se come a pez chico». Así lo ejecutan cada vez que
el mercado lo permite. Y de paso, un competidor menos.
Froiz es un ejemplo palmario y cercano. Magín es
un hombre hecho a sí mismo. Un carnicero que disfruta de una
inteligencia natural envidiable que le permitió iniciar en 1968 un
negocio de distribución para convertirse en uno de los empresarios
gallegos más importantes. Ha entendido los retos del crecimiento pues
vio que para pasar de ser el supermercado de referencia de los
pontevedreses a convertirse en el tercer gran distribuidor de Galicia,
tenía que adquirir músculo.
En este negocio solo se adquiere tamaño comprando
a otros para crecer en facturación, puntos de venta y plantilla. Froiz
empezó absorbiendo tiendas; luego, pequeñas redes como Ekoama y
Mercamás. Ahora ya tiene capacidad para capturar una cadena de volumen
medio como Moldes, con 27 establecimientos, un centro logístico y cerca
de 300 trabajadores.
Este salto permitirá a Froiz concluir el 2014 con
un plantel de 4.650 operarios y una facturación cercana a los 600
millones de euros que, si bien en Galicia son palabras mayores, aún
dista mucho de las cifras que mueven los iconos nacionales del sector.
Pero resulta evidente que el negocio que preside Magín Alfredo Froiz
sigue una política pausada de engorde, sin disparates, que le ha
garantizado un crecimiento certero y sugiere que así continuará.
Ahora mismo, el siguiente paso que van a dar en
esa casa tiene que ver con la reubicación de la central logística del
grupo, que como ya publicó La Voz de Galicia hace una semana, se
trasladará al parque empresarial de Barro-Meis.
Sin duda, la mudanza será un palo para Poio que
pierde, en parte, su industria (y contribuyente) número uno. Aunque el
fundador de Froiz ha prometido al alcalde Sobral que mantendrá en
Lourido las oficinas centrales. Se trata de un premio de consolación.
Pero realmente las instalaciones de Lourido ya eran un corsé para Froiz.
Y como no sale el polígono prometido en Fragamoreira desde el 2011, la
decisión era inevitable.
Red de comunicaciones
Máxime teniendo en cuenta la red de
comunicaciones infinitamente mejor que ofrece Barro-Meis. Una cuestión
estratégica crucial para quien debe diariamente de atender y
aprovisionar casi 300 establecimientos en Galicia, otras comunidades
autónomas limítrofes y norte de Portugal.
Consecuentemente, la mudanza será un golpe mortal para Fragamoreira, un proyecto nonnato surgido
en aquel sarampión de idear parques empresariales por doquier, que se
vivió en la década anterior dando lugar a sonoros barrigazos y
clamorosos fracasos por Galicia adelante.
Y del mismo modo, el movimiento de Froiz
dotará de contenido, por fin, al parque empresarial de Barro-Meis, una
apuesta personal de Louzán, que corría el riesgo de marchitarse.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2014/10/12/froiz-tamano-importa/0003_201410P12C16991.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario