La de ayer será recordada como la jornada con más
y mayores sucesos relacionados con las lluvias en toda la comarca
pontevedresa en los últimos meses. A mediodía se desató el pico de
precipitaciones, que anegó las zonas más bajas y cercanas a las playas y
a los ríos. La explicación se encuentra en el fenómeno conocido como
«río atmosférico», que descargó agua procedente del Caribe, que viajó
hasta Galicia en una gran borrasca transoceánica.
La pleamar en Pontevedra se registraba a las
10.48 horas, momento a partir del cual, se sucedieron las llamadas de
emergencia, las inundaciones, los desbordamientos y las dificultades
para circular por las carreteras del norte de la provincia y hasta por
las aceras para los peatones.
A pesar de que los efectos de la borrasca se
hicieron patentes, especialmente a mediodía, lo cierto es que Sanxenxo, y
en especial Portonovo, sufrieron las consecuencias más evidentes en el
núcleo urbano.
Con precipitaciones de hasta 9,8 litros por metro
cuadrado acumulados en solo diez minutos -desde las 12.20 a las 12.30
horas-, en el caso sanxenxino las lluvias llegaron a la consideración de
torrenciales, alcanzando el umbral de la alerta naranja y acumulando en
toda la jornada la cantidad de 110 litros por metro cuadrado. Sanxenxo
lleva ya acumulado en los 16 primeros días del mes de octubre 206 litros
por metro cuadrado, cuando la media habitual para el mes completo es de
163 litros.
Estas precipitaciones hicieron saltar tapas de
alcantarillas, anegaron tramos completos de carreteras, inundaron
hoteles y propiedades privadas y provocaron daños materiales en
edificios públicos como el de usos múltiples de Portonovo o la nueva
lonja.
En la ciudad del Lérez, Policía Local, Bombeiros y
Protección Civil han tenido que intervenir por inundaciones en un total
de 35 incidencias como contenedores desplazados, vallas caídas o
arquetas levantadas, mientras que, al menos, dos calles han tenido que
ser cortadas al tránsito tras quedar completamente anegadas: Padre
Fernando Olmedo y Otero Pedrayo. En total, una quincena de viales del
centro se han visto afectados por el agua.
Por su parte en Poio, además de ramas tronzadas
por el temporal, se registraron inundaciones en el parque Oliveira, en
varias urbanizaciones, caso del barrio residencial de A Caeira, y en la
Escuela de Educación Infantil de Tarrío, en Samieira, donde el agua
descendía con fuerza por un camino obligando a intervenir a Protección
Civil y Policía Local de este municipio pontevedrés.
En Marín, las lluvias coincidieron con las
importantes obras en los viales del centro y con la celebración del
mercado. Hubo inundaciones en garajes y tramos afectados como el de
Marqués de Valterra.
En la comarca del Umia, el mayor trabajo fue para
los voluntarios de Protección Civil de Cuntis, que acudieron a dos
viviendas por inundaciones, una en la Rúa da Presiña, y otra en la aldea
de Hervés, en la parroquia de Troáns. El río Gallo estuvo a punto de
desbordarse en el casco urbano de la villa termal, aunque finalmente
aguantó por un pequeño margen de 30 centímetros.
En Caldas, las intensas precipitaciones hicieron
aumentar el caudal de los ríos Umia y Bermaña, pero no hubo
contratiempos graves, según Protección Civil, que también vigiló la
situación del embalse de A Baxe. Sí se anegó el alpendre y la finca de
un vecino de Godos, que lleva años sufriendo este problema, motivado por
las obras del vial al puerto de Vilagarcía y una canalización desviada
hacia su casa.
Finalmente, en Ponte Caldelas se desbordó el río
Verdugo, provocando cuantiosos daños en varios vehículos aparcados en
sus márgenes.
Carreteras, aceras, bajos comerciales, coches y garajes, invadidos por la tromba de agua
www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2014/10/17/margit-empapa-comarca/0003_201410P17C2991.htm
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