«No teníamos a nadie aquí y ahora no lo cambiamos por nada... Es maravilloso»

Germán Vila es uruguayo. Y empieza diciendo algo tan bonito que sí o sí hay que reproducirlo. «Vine a Galicia por amor», indica. La razón de que cruzase el charco era una mujer de Vigo, Viviana, que es médica. Empezaron su vida en la ciudad olívica, pero a ella la trasladaron en el año 2012 al hospital de O Salnés -en Vilagarcía- y se antojaba necesario cambiar de residencia. «La verdad es que miramos pisos en Pontevedra y luego ya en Barro. Nos importaba el precio, claro, que en Barro era más asequible, eso nos influyó. Pero también nos gustaba que quedase bien ubicado tanto para ir a Santiago como a Vigo. Y, además, encontramos una casa en una zona rural, y eso fue genial porque nuestro hijo mayor solo conocía el cemento... Queríamos que pisase el verde». Así, acabaron adquiriendo una vivienda en las proximidades de la vieja estación de tren de A Portela. Están encantados. «No teníamos a nadie aquí y ahora no lo cambiamos por nada... Es maravilloso», insiste Germán. Él actualmente no trabaja. Y eso le permite integrarse aún más en la vida de Barro donde, por ejemplo, es vicepresidente de la asociación de padres del colegio. Les gusta lo bien comunicado que está, los servicios con los que cuenta y, sobre todo, su gente. «Necesito que pongas que tenemos unos vecinos, Manuel y Mercedes, que nos acogieron como a sus hijos y nietos»

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/vilagarcia-de-arousa/2016/06/07/teniamos-cambiamos-maravilloso/0003_201606A7C5991.htm