Piscinas, pozas naturales, playas fluviales y espacios de baño permiten a sus habitantes evitar las altas temperaturas
Cantaban The Refrescos en 1989 eso de «vaya, vaya,
aquí no hay playa», y es cierto, ni Moraña, ni Cotobade, ni Cuntis, ni
Barro tienen mar, lo que les priva de ese placer vacacional y tan en
simbiosis con el verano de las Rías Baixas que es el acudir a A Lanzada,
Lapamán o Aguete. Ahora bien, cada municipio cuenta con sus propias
alternativas, algunas de las cuales pueden llegar a ser mucho más
placenteras e interesantes que la de una playa atestada de gente.
Las piscinas municipales son siempre una opción
fiable. Cercanas a los núcleos urbanos y con un precio asequible. La de
Cuntis abrió esta misma semana, y permanecerá abierta hasta el 15 de
septiembre, momento en que despedirá la temporada del chapuzón. Moraña,
capital del carneiro ao espeto, también cuenta con unas instalaciones
similares. En ellas, la arena se cambia por el césped y la salitre por
el cloro, pero dan una solución viable y sencilla a estos días de
sofocante calor.
En el rural también abundan los espacios naturales
que, en cierta manera, permiten un contacto directo con el relax y la
naturaleza. En algunos casos, basta con aprovechar las orillas de un río
e instalar algunos bancos y mesas de piedra. Con poco más, tenemos un
espacio lúdico ideal para pasar la tarde y buena parte del verano, con
sombra bajo unos carballos y una corriente de agua en continuo
movimiento. Es el caso de Albarellos, a unos pocos kilómetros de Cuntis,
siguiendo la carretera a A Estrada, apartando hacia Guimarey. También
en estas tierras, aunque mostrando otro concepto más oculto e íntimo,
está la fervenza de Campaiñas. A escasos metros de Castrolandín,
serpenteando por un sendero, se llega hasta un paraje único, entre
árboles y agua, habitual de los jóvenes del lugar.
Barro no tiene piscina, pero las pozas naturales que
se forman en la fervenza de Barosa son ya un símbolo de la comarca en
Pontevedra. El lugar no está reconocido oficialmente como zona de baño,
pero con la llegada del sol pocos se resisten a darse un chapuzón. Un
parque natural que también cuenta con un sendero a través del bosque
cercano, y una escalada hasta la cima de la cascada entre peldaños y
rocas.
Cotobade confirmó hace un par de semanas que volverá a
contar este verano con cinco zonas de baño fluviales homologadas,
contando todas ellas con una agua catalogada como «excelente» a través
de un informe del Sergas. Las zonas de baño estudiadas se sitúan en
Carballedo, Rebordelo, A Xesteira y Viascón. Asimismo, existe un quinto
espacio, en Calvelo, que no está incluido en el censo oficial de zonas
de baño, pero que fue analizado igualmente por el Sergas y calificado
con la máxima nota, al tratarse de un lugar recurrente para el baño
entre vecinos y visitantes. Como ejemplo, la piscina fluvial de Pozo
Negro es una muestra de simbiosis entre área de recreo y naturaleza.
Cuenta con un molino restaurado como bar, y hasta escalinatas de
aluminio para zambullirse.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/cuntis/2016/06/23/mar-rural-presume-contar-zonas-relax/0003_201606P23C6991.htm
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